El rescate bancario deja ya unas pérdidas para los contribuyentes del 3% del PIB

Especial XXII Aniversario

El rescate bancario deja ya unas pérdidas para los contribuyentes del 3% del PIB

Un 43% de los 75.352 millones de euros de ayudas directas a los bancos de las antiguas cajas de ahorros ya está irremediablemente perdido. El rescate de las antiguas cajas de ahorros ha costado en los cuatro años que dura ya la crisis 75.352 millones de euros, a través de las diferentes ayudas directas que han recibido las entidades a través del FROB 1, el FROB 2, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y el MEDE (fondos de la Unión Europea). De esa cifra, 31.959 millones, un 43% del dinero inyectado y casi un 3% del PIB español, ya están irremediablemente perdidos.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) creado en 2009 por la entonces ministra Elena Salgado prestó en un primer momento a BFA 4.465 millones de euros, 1.250 millones a CatalunyaCaixa, 1.162 millones a Novacaixagalicia, 915 millones a BMN, y 525 millones a Caja España-Duero. Las únicas ayudas de esa primera fase que no se han convertido en pérdidas son los 977 millones recibidos por Banca Cívica, absorbida ahora por CaixaBank y devueltos ya por la entidad catalana, y los 380 millones de Unnim, que ha pasado a manos de BBVA.

Pero estas primeras ayudas no fueron suficientes ni mucho menos para frenar la sangría. Así, en 2011 el FROB se vio obligado a inyectar más dinero en dos entidades que ya habían sido rescatadas: CatalunyaCaixa, que recibió 1.718 millones, y Novagalicia (antes Novacaixagalicia), al que se inyectó 2.465 millones, también perdidos, al igual que los 1.000 millones recibidos por Banco de Valencia, filial de Bancaja, y vendido finalmente a La Caixa por el precio simbólico de un euro.

El año pasado, ya con Guindos al frente de Economía, se anunció un nuevo rescate para la banca, esta vez con fondos de la Unión Europea (MEDE), en el que se inyectaron 17.959 millones en Bankia; 9.084 millones en CatalunyaCaixa; 5.425 millones en Novagalicia; 730 millones en BMN; 124 millones en Liberbank; 604 millones en Caja España-Duero; 407 millones en Caja 3; 4.500 millones en Banco de Valencia; y 245 millones en Banco Gallego.

Tanto las ayudas al Banco Gallego como al Banco de Valencia ya se han materializado en pérdidas, mientras que los esfuerzos del Gobierno se centran ahora en reducir a lo mínimo posible el impacto en el resto de entidades, a incluso obtener beneficios si se puede.

En principio, la devolución de las ayudas en Caja España-Duero y Caja 3 corresponderán a Unicaja e Ibercaja, respectivamente, que absorberán estas entidades, mientras que los 124 millones recibidos por Liberbank no causan ninguna preocupación, una vez ha salido ya el banco a Bolsa. También será la Bolsa el destino de BMN, aunque habrá que esperar un tiempo para que se produzca este proceso.

Bankia, por su parte, ya ha presentado un nuevo plan estratégico bajo el mando de José Ignacio Goirigolzarri con el que pretende comenzar a generar valor para el Estado en un par de años. De hecho, a pesar de ser la entidad en la que más ayudas directas se han inyectado, es en la que menos temor hay de cara al futuro, gracias a la buena marcha del plan de desinversiones.

Los casos más complicados serán los de CatalunyaCaixa y Novagalicia, que en total han recibido 12.052 y 9.052 millones, respectivamente. Los planes del Gobierno pasan por vender estas entidades en los próximos meses, pero será muy difícil que el precio que alcancen se aproxime siquiera a los fondos públicos recibidos.

El banco malo

No todas las ayudas públicas representan una factura para el Estado, ya que el FROB traspasó parte de los rescates al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), nutrido con las aportaciones de las propias entidades. Así, los bancos y las cajas sanas además de sobrevivir la crisis han pagado 10.982 millones al FGD para sanear las cajas no viables. Hay que tener en cuenta además que otros 12.727 millones de euros del rescate lo han aportado los afectados por las preferentes a través de las fuertes quitas impuestas por Bruselas a cambio del MEDE, que finalizará este año sin que el Gobierno haya pedido a la Comisión Europea una prórroga.

Pero las ayudas directas a la banca no son el único riesgo para el ya maltrecho bolsillo de los contribuyentes, sino que existen otras indirectas que aún pueden suponer un coste adicional. Es el caso de los avales del Estado a las emisiones de deuda bancaria que, de acuerdo a un informe elaborado por UGT, han alcanzado los 51.532 millones de euros.

También el banco malo, que se ha dado un plazo de 15 años para obtener una rentabilidad tanto para el Estado como para sus accionistas privados. El volumen de activos adquirido por la Sareb alcanza los 50.653 millones de euros. Como el accionariado de la Sareb está compuesto por 14 bancos nacionales, dos bancos extranjeros, una eléctrica, diez aseguradoras y el FROB, y este último tiene una participación del 45% sobre el total, la participación pública en estos activos asciende a 22.793,85 millones.

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