El Banco de Inglaterra también confía en la deuda de Telefónica

Economía

El Banco de Inglaterra también confía en la deuda de Telefónica

El Banco de Inglaterra ha decidido aumentar sus inversiones en la deuda de empresas españolas. Si hace tan sólo unos meses, Iberdrola se veía beneficiada por la política de expansión monetaria del banco central, ahora el organismo ha decidido comprar también bonos de Telefónica.

El pasado mes de febrero, el Banco de Inglaterra inició un programa de compra de bonos corporativos. En cuanto a la operadora, el banco central ha adquirido parte de la deuda de tres emisiones del grupo valoradas por un total de 1.750 millones de libras (más de 2.000 millones de euros) con vencimientos en 2014, 2018 y 2026.

Iberdrola también goza de la confianza del organismo monetario. En marzo, el Banco de Inglaterra se hizo con deuda de los bonos de dos emisiones de la eléctrica que sumaban 450 millones de libras (520,6 millones de euros), y que vencen en 2017 y 2023.

La presencia de ambas compañías en el país parece ser clave para las decisiones del banco central de Reino Unido. Telefónica cuenta a través de su filial O2 con una atractiva cuota de mercado del 27%. Mientras que el país es uno de los mercados estratégicos de Iberdrola.

Desde que adquirió Scottish Power, la eléctrica española ha centrado parte de sus operaciones allí y uno de sus últimos objetivos es la construcción de parques de energía nuclear. A mediados de febrero, el Banco de Inglaterra lanzó un esquema para comprar deuda corporativa de corto plazo, en la primera etapa de una iniciativa para inyectar vida a los mercados de crédito y contener los peores efectos de la recesión.

El programa permite al banco central británico financiar directamente a las firmas mediante la compra de papel comercial con un plazo de tres meses o menos. Además, marca la entrada en operaciones de la primera parte del “Esquema de Compra de Activos”. La institución considera posible objeto de compra aquellos bonos, denominados en libras, de aquellas empresas con bajo riesgo de impago y que realizan una contribución material a la economía británica y a la financiación corporativa del país.

El ministro de Finanzas, Alistair Darling, anunció un presupuesto inicial de 50.000 millones de libras (57.851,6 millones de euros) para terminar con el estancamiento en los mercados de crédito británicos, lo cual es considerado como una de las mayores amenazas al funcionamiento de la economía de Reino Unido.

Más información