¿Adiós al dinero en efectivo? Podría estar más cerca de lo que crees

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¿Adiós al dinero en efectivo? Podría estar más cerca de lo que crees

    Billetes de euros

    La revolución tecnológica de la banca y las medidas de lucha contra el fraude abonan el terreno para la desaparición del dinero físico. Parece propio de un libro de ciencia ficción, pero el fin del dinero físico podría ser una realidad en menos tiempo del que pudiera pensarse, según reconocen ‘sotto voce’ algunos ejecutivos de altas instancias financieras. Los rápidos cambios tecnológicos y las últimas medidas para luchar contra el fraude y la corrupción están abonando el campo para convertir monedas billetes en meros objetos de colección.
     
    Como en tantas otras cosas, los países nórdicos son los que están marcando el paso en este asunto. Ya desde enero de este año, Dinamarca permite a las tiendas a negarse a aceptar el pago con efectivo y de hecho el Parlamento danés tiene como objetivo haber erradicado todo dinero físico para 2030.
     
    El movimiento legislativo no parece tanto una imposición como una simple adaptación a la nueva realidad social del país. Si hace 20 años, más del 80% de los daneses utilizaba efectivo para sus compras, el porcentaje ha caído hasta apenas un 25% en la actualidad. Además, casi uno de cada tres ciudadanos utiliza no ya la tarjeta, sino una aplicación de pagos por el smartphone.
     
    En una línea similar se centra el interés del Riksbank sueco, el banco central más antiguo del mundo, en desarrollar una moneda digital tras haber visto como el uso de efectivo se ha desplomado un 40% en el país desde 2009.
     
    Esta transformación la permite la revolución digital que está experimentando la banca en dura competencia con los grandes gigantes tecnológicos que también quieren entrar con fuerza en el mercado. Apple Pay o Google Wallet permiten hacer pagos en los comercios sin tener que llevar la cartera, servicio que ofrecen por su propia cuenta también los bancos.
     
    Pero no sólo en pagos en comercios. Recientemente, por ejemplo, las principales entidades en España aunaron fuerzas con el lanzamiento de Bizum, una aplicación para móvil que permite hacer pagos y cobros entre particulares. Pensado para pequeñas transacciones, estas se realizan de cuenta a cuenta, pero no es necesario conocer el número del depósito, sólo el número de teléfono.
     
    No obstante, no sólo las posibilidades tecnológicas y la mayor comodidad podrían estar detrás de este cambio. Algunas voces un poco más ‘conspirativas’ apuntan a otro factor a tener en cuenta: el escenario de tipos negativos en el que están inmersas varias grandes economías del mundo. Con rentabilidades bajo cero, el ciudadano puede verse tentado a sacar los ahorros del banco y guardar el dinero en su casa, algo del todo imposible si el sistema es completamente digital.
     
    Más allá de estos extremos, lo cierto es que el dinero en efectivo arrastra el ‘estigma’ de ser utilizado para actividades ilícitas como la corrupción o incluso la financiación del terrorismo. Estos fueron los motivos, por ejemplo, que llevaron al Banco Central Europeo(BCE) a anunciar que dejaría de emitir sus billetes de 500 euros, aunque descartó que el resto de denominaciones pudiese verse afectado por medidas similares.
     
    En términos similares en España, se espera que este viernes el Consejo de Ministros imponga un límite de 1.000 euros para los pagos en efectivo, frente a los 2.500 euros actuales, dentro de sus medidas para luchar contra el fraude fiscal.

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