Un estudio de la CEOE sostiene que en las mejores previsiones se podrían generar, en cinco años, 334.836 puestos de empleo y una subida salarial del 0,72%. La CEOE se ha lanzado a la campaña a favor de la Asociación Transatlántica sobre Comercio e Inversión (TTIP). Y lo ha hecho encargando un informe a su think tank, el Instituto de Estudios Económicos, sobre el impacto que tendría el acuerdo en la economía española. En un acto presentado en la sede de la patronal, la CEOE presenta un estudio favorable sobre el TTIP que, en palabras del secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, “España no se puede permitir el lujo de renunciar”. García-Legaz acompañado del presidente de la CEOE, Juan Rosell; del presidente del Instituto de Estudios Económicos, José Luis Feito; de Alfredo Bonet, director internacional de la Cámara de Comercio han defendido las conclusiones obtenidas por María Concepción Latorre, jefa de investigación del estudio.
Crecimiento de PIB, impulsar a las pymes, eliminar y homogeneizar una burocracia mala (como pueden ser ciertos certificados medioambientales)que entorpecen las exportaciones entre EE.UU. y Europa, incrementar los salarios y la creación de empleo son algunas de los resultados que ha sacado Latorre. Aunque no hay datos concretos, por la falta de transparencia de las negociaciones sobre el tratado, el estudio divide el impacto del acuerdo en España a corto plazo (desde nada más entrar en vigor el acuerdo a uno o dos años) y a largo plazo (entre los primeros tres y cinco años). Luego de cada periodo surgen dos escenarios: uno más ambicioso (reducciones de barreras no arancelarias, las BNAs, del 25; y otro más modesto donde los porcentajes de esas BNAs no se recortarían más allá del 10%.
La previsión a largo plazo en un escenario más ambicioso, el único que se ha explicado en la presentación, habla de un crecimiento en exportaciones con Estados Unidos de un 32%; de un incremento acumulado de 36.743,4 millones en el PIB en cinco años; de la creación de 334.836 (83.500 empleos anuales) puestos de empleo en un quinquenio y de la subida de los salarios en un 0,72% (el mismo porcentaje que ha tenido España en este año).
Por su parte, García-Legaz, dando voz al gobierno, ha lanzado un mensaje a las voces críticas que recaen sobre el tratado: “Con el estudio no hay más lugar para el debate: los que se oponen al TTIP, se oponen al empleo”. Queriendo explicar el aspecto negativo que supondría la no llegada a un acuerdo, García-Legaz ha utilizado al “sufrimiento” que seguirían viviendo las empresas españolas en Estadios Unidos al ir por detrás de las naciones que sí se aprovecharían del TTIP. Ante la incertidumbre que se puede formar tras el 20-D, el secretario de Estado de Comercio ha deseado que “ojalá España siga defendiendo el TTIP” recalcando que es necesaria la “voluntad política y la iniciativa”.
Calificado como “el acuerdo más importante de la historia de la Unión Europea” por su magnitud entre dos bloques que generan entre sí el 30% del comercio mundial, Alfredo Bonet cree que la eliminación de las barreras “beneficiaría más a las pymes que a las grandes empresas”, algo que choca con la opinión de la conocida activista, Susan George, que esta semana, en una conferencia en Valencia, ha criticado esa argumentación: “Todas sus metas son en favor de las multinacionales y no van a ayudar en absoluto a las pequeñas y medianas empresas”. Aun así, las dudas y las críticas sobre el TTIP no han pasado desapercibidas para Bonet: “Debido a su magnitud es lógico las dudas aunque es cierto que no se puede negociar un acuerdo con transparencias absolutas”. En definitiva, la CEOE apuesta plenamente por el TTIP a pesar de los cientos de críticos que se reúnen por toda Europa.
