El Estado español estudia financiar directamente a través del Tesoro la segunda fase del Plan de Pagos a Proveedores que Hacienda pondrá a disposición de ayuntamientos y autonomías a partir de noviembre, según una información publicada por la agencia Bloomberg.
En total, el programa importaría unos 7.000 millones de euros, la sexta parte de los 35.000 millones que se pusieron en juego el pasado año y que en esa ocasión se consiguieron recurriendo a créditos proporcionados por 26 entidades financieras.
Sin embargo, la mejora de las condiciones a la que España coloca deuda en los mercados financieros en los últimos tiempos parece haber decidido a Cristóbal Montoro a cambiar de esquema para abaratar los costes derivados del pago de esta deuda.
La coyuntura es totalmente distinta ahora. Y no sólo por el sustancial abaratamiento que ha experimentado la financiación del Tesoro. También porque desde mayo de 2012, cuando se lanzó el anterior programa, hasta hoy, las reservas de liquidez del Estado habrían aumentado un 65%.
Otrra posibilidad en estudio sería combinar ambas posibilidades de financiación, siempre con idea de que el volumen de dinero procedente de los bancos fuera sustancialmente menor que el que aportaría el Tesoro.
En cualquier caso, antes de tomar la decisión final, Hacienda tendrá que revisar este mismo mes, los planes de ajuste que elaboren ayuntamientos y comunidades autónomas.
