El Ministerio de Industria propondrá a las compañías eléctricas el próximo viernes una nueva fórmula para que el carbón nacional vuelva a ser competitivo, después de que su situación se haya visto agravada por la caída de la demanda energética.Fuentes del departamento que dirige Miguel Sebastián han asegurado a EL BOLETÍN que la opción “más factible” es el “pago por capacidad”. Esto consistiría en pagar a las empresas por mantener operativas centrales térmicas.
La diferencia con la recién desaparecida “garantía de potencia” estriba en que mientras ésta se pagaba a todas las centrales operativas sin distinguir el tipo de tecnología (como las nucleares, por ejemplo), el pago por capacidad iría destinado sólo a determinadas centrales. Además, este nuevo sistema garantizaría el cumplimiento de la normativa europea sobre ayudas sectoriales, ya que el Gobierno se podría escudar en la necesidad de garantizar la seguridad de suministro energético del país.
Las compañías eléctricas acudirán a la reunión del viernes con una postura global de rechazo para primar el uso del carbón nacional, más caro y de menor calidad que el que se extrae en el extranjero y que tiene como principales clientes a las compañías que operan en España, como Unión Fenosa y Endesa, que han dejado de hacer pedidos y de producir en algunas de sus centrales ante la caída de la demanda.
Recientemente la eléctrica italiana que preside Borja Prado volvió a poner en funcionamiento la central de carbón en León denominada Compostilla después de un parón de casi un mes. Ahora la planta tiene una nueva mezcla, que se corresponde con seis toneladas de mineral nacional y cuatro de carbón importado en cada partida que entra a los hornos, mientras que antes del paro la mezcla era de siete a tres. Con la nueva mezcla, se tardarán años en quemar las reservas que hay en el parque y el carbón que aún hay pendiente de compra, que supera las 1,2 toneladas.
