La Caixa asegura que sin la marcha de los inmigrantes la tasa de paro rozaría ya el 28%

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La Caixa asegura que sin la marcha de los inmigrantes la tasa de paro rozaría ya el 28%

El informe mensual que La Caixa ha publicado en septiembre explica, en uno de sus apartados que versa sobre la población activa, que si no hubiese existido en España una ‘fuga de cerebros’ y un regreso a casa de muchos inmigrantes, la tasa de paro estaría actualmente en el 27,9% en lugar del 26,3% que aparece en los últimos datos oficiales.

“Desde el segundo trimestre del 2011 se han destruido 1,5 millones de puestos de trabajo mientras que el número de parados ha aumentado en 1,1 millones. Esta diferencia se debe, en parte, al aumento de la población inactiva, de 120.000, pero, sobre todo, a la caída de la población de más de 16 años, de 255.000. Dicho de otra forma, si la población activa se hubiera mantenido constante, la tasa de paro se situaría en el 27,9% en lugar del 26,3% actual”, explica el documento.

Y añade: “La reducción de la población activa se concentra, fundamentalmente, en el colectivo de extranjeros: desde el máximo que alcanzó en el primer trimestre de 2009, con 3,7 millones, se ha reducido en 485.000, hasta los 3,2 millones”. Los movimientos de este colectivo son “muy sensibles” a las perspectivas laborales: “Cuando estas eran favorables en España el aumento fue notable, pero cuando la situación ha cambiado, los flujos migratorios se han invertido”.

Pero matiza que “el total de activos de la población española también ha experimentado un importante repliegue en los últimos trimestres. Desde el tercer trimestre de 2012, momento en que la población activa nacional alcanzó el máximo con 19,3 millones de personas, el descenso ha sido de 177.000 personas”. “Existe un importante colectivo de personas que, dada la coyuntura económica, ha decidido emigrar a países donde las perspectivas laborales son mejores”.

Precisamente, y relacionado con estas reflexiones, se encuentra el comentario que hizo este lunes el economista Paul Krugman en el blog que tiene alojado dentro del dominio del The New York Times. El premio Nobel ha llegado a la conclusión de que la devaluación interna impuesta por Alemania ha sumado diez puntos porcentuales a la tasa de paro española.

En una columna titulada “The pain in Spain it’s not hard to explain” (“El dolor en España no es difícil de explicar”) Krugman se hace eco de una información publicada por The Wall Street Journal en la que se avanza que Bruselas está ajustando su método de cálculo para medir el potencial económico de España y otros países europeos. Según Krugman, la idea es buena porque con los actuales métodos de cálculo que usa la Comisión hay muchos supuestos problemas estructurales que en realidad no lo son. Por lo que no hubiera sido necesario acometer duros ajustes para enfrentarse a situaciones puramente coyunturales.

España sería un caso muy concreto a seguir, según este economista, porque la mayor parte del desempleo que se ha acumulado en el país durante la crisis se debe sólo a la caída de la demanda y no a la rigidez del mercado de trabajo. La prueba de esta afirmación está, según explica Krugman en su artículo, en el aumento del desempleo en un 150% que se ha registrado en España desde 2005 hasta ahora. El experto contrapone esta cifra a las caídas del paro que se han producido cuando las expectativas de subida de precios eran mayores.

De algún modo, la inflación alta era un “precio a pagar” por mantener un crecimiento económico suficiente para crear empleo. Las expectativas de aumento de precios, especialmente en el mercado inmobiliario, hubieran contribuido a mantener a flote el gasto. Y ahora estaría ocurriendo justo lo contrario. Por lo que, a causa de la devaluación interna que ha mantenido la inflación española por debajo de la alemana, la tasa de paro habría llegado al 25%.

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