Las inversiones internacionales pasan factura a CaixaBank

Economía

Las inversiones internacionales pasan factura a CaixaBank

La política de expansión internacional que puso en marcha La Caixa hace tres años ha comenzado a darle más de un disgusto. El último de ellos ha sido con Erste Group Bank, donde CaixaBank posee un 10% del capital.

El segundo banco austriaco prevé registrar pérdidas de entre 700 y 800 millones de euros al cierre del ejercicio 2011 debido a las cargas extraordinarias derivadas de su exposición a la deuda soberana de la periferia de la eurozona y las depreciaciones de activos en Rumanía y Hungría, por lo que aplazará la devolución de las ayudas públicas recibidas (1.200 millones) y no abonará el dividendo correspondiente a 2011.

Los analistas de Ahorro Corporación señalan que el impacto en el beneficio neto de 2011 de Caixabank se situará en el entorno del -5%. La noticia, añaden, podría afectar negativamente a la cotización en el corto plazo aunque en el medio plazo los saneamientos realizados implican un menor riesgo de deterioro.

La Caixa comenzó a comprar títulos de Erste Bank en 2008 hasta alcanzar el 10% del capital e invirtió unos 1.300 millones de euros. Ahora esa participación vale un 30% menos en la Bolsa.

La entidad austriaca explicó que las medidas aprobadas han provocado que un resultado ordinario positivo de 700 millones de euros en los nueve primeros meses del año se torne en pérdidas, mientras que destacó que estas medidas extraordinarias no afectarán a la ratio de capital básico (core Tier 1), que espera mantener en el 9,2%. En concreto, el segundo mayor prestamista en Europa del Este ha recortado su exposición a deuda soberana de Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia a 600 millones, desde 1.900 millones, y asumirá un impacto de 180 millones en sus cuentas.

La crisis global también ha alcanzado a los mercados asiáticos y algo parecido ocurre con Bank of East Asia, entidad con sede en Honk Kong donde CaixaBank posee un 14,9%. La entidad que preside Isidro Fainé ha llegado a desembolsar cerca de 1.000 millones de euros por esa participación y ahora, a precios de mercado, no vale más de 700 millones de euros.

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