La reestructuración del sector de las antiguas cajas de ahorros se encuentra en un momento crítico, a la espera de que la próxima semana una nueva misión conjunta de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional viaje a Madrid para analizar sobre el terreno el proceso.
En este entorno, el presidente de Caja Cantabria, Eduardo Zúñiga, ha sido propuesto por el consejo de administración de esta entidad para ocupar el puesto de consejero en Liberbank, vacante tras la dimisión de Enrique Ambrosio. La caja señaló en un comunicado recogido por el Diario Montañés que Zúñiga ha aceptado la propuesta porque, según ha podido comprobar desde que accedió a la presidencia de la entidad, “la coincidencia de la figura de presidente y consejero de Liberbank puede ser más eficaz” y posibilita “defender mejor los intereses de la entidad cántabra”.
Este nombramiento nace ya con fecha de caducidad, ya que la nueva normativa que prepara el Gobierno para las cajas de ahorros obligará a las entidades que han transferido sus negocios a los bancos a convertirse en fundaciones, sin que puedan coincidir los consejeros del banco con los de las fundaciones.
La medida también afectará a Manuel Menéndez, presidente de Cajastur y Liberbank, que deberá renunciar a uno de los dos cargos. No obstante, el plazo para llevar a cabo esta conversión es dilatado, ya que no entrará en vigor hasta finales de 2014.
El nombramiento de Zúñiga pone fin a la polémica surgida entre Caja Cantabria y Liberbank, después de que en junio del año pasado la caja solicitase el cese del expresidentes Ambrosio.
No es el único grupo de cajas que remodela su cúpula. Más llamativo es el caso de Caja 3, que tiene los días contados antes de ser absorbido por Ibercaja. El consejo de administración de la entidad integrada por CAI, Caja Badajoz y Caja Círculo de Burgos, aprobó en su reunión celebrada esta la reelección de Luis Miguel Carrasco como consejero delegado de la entidad, que había finalizado sus dos años de mandato.
Sí se renovó el puesto de presidente, que va rotando entre las tres cajas socias. Hasta ahora recaía en Vicente Eduardo Ruiz de Mencía, de Caja Círculo, y ahora será asumido por Juan Pemán, presidente de CAI.
La reelección de Carrasco como consejero delegado ha causado malestar entre los sindicatos, que ya habían expresado la “absoluta falta de confianza en su persona”. Los representantes de los trabajadores consideran que el consejero delegado “ha quedado deslegitimado por las actuaciones que ha llevado a cabo en todo este proceso”, por lo que habían solicitado “su salida de la entidad”.
