Botín pide una mayor igualdad en las normas contables de los diferentes países

Economía

Botín pide una mayor igualdad en las normas contables de los diferentes países

El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha abogado por que los diferentes supervisores y reguladores “pongan más su foco en aproximar los métodos de cálculo de los activos ponderados por riesgo y las normas contables”, si bien ha dado “la bienvenida” a los nuevos requisitos de solvencia y liquidez de Basilea III.

En una entrevista publicada hoy por la revista The Banker, Botín ha señalado que otro motivo de preocupación es el “exceso de reglamentación”, con la proliferación de iniciativas locales que se suman a los acuerdos alcanzados a escala internacional.

“Nos gustaría ver más análisis” del impacto global del nuevo marco regulador sobre los bancos, ya que “puede tener algunos resultados no deseados”, ha señalado el presidente del gigante bancario español. En ese sentido, Botín ha señalado que es más necesaria una supervisión mejor que una reglamentación adicional.

Durante la entrevista, Botín ha adelantado además que los resultados del banco comenzarán a mejorar este año, después de que se haya completado el saneamiento del riesgo inmobiliario, al tiempo que ha señalado que la economía española empezará a repuntar en 2014. 

“Esperamos que nuestros préstamos dudosos en España toquen techo en torno al 7% en al primera mitad del 2013. Los beneficios comenzarán a recuperarse entonces”, afirma el presidente de la entidad, que señala que los beneficios de la entidad caerán en 2012 debido a las grandes provisiones de extraordinarios por los préstamos al sector inmobiliario. “Santander ha concluido las dotaciones en 2012, antes que la mayoría del resto de bancos”, señala Botín.

Asimismo, afirma que una vez que las cajas de ahorros hayan sido saneadas y reestructuradas, España tendrá uno de los sistemas financieros “más sólidos” del mundo.

En este escenario con un nuevo mapa bancario, Botín explica que una ventaja para el Santander es la desaparición de muchos bancos durante la crisis, lo que supondrá menos competidores. “Había unos 60 bancos en España, incluidas las cajas de ahorros. Al final de la crisis tendremos en torno a 10. Seguirá habiendo mucha competencia, pero no tanta como antes”, indica.

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