El Banco de España colocará ‘hombres de negro’ en los 16 grandes bancos

Economía

El Banco de España colocará ‘hombres de negro’ en los 16 grandes bancos

Sede del Banco de España

El Banco de España ha dado un vuelco a su modelo de supervisión por orden de Bruselas Bruselas. El organismo que dirige Luis María Linde enviará a sus propios ‘hombres de negro’ a las 16 entidades financieras más relevantes. La comisión interna creada para cumplir con los requisitos del Ejecutivo comunitario ha establecido «un seguimiento continuado in situ» a los mayores bancos, para el resto (filiales de bancos extranjeros, pequeños bancos independientes y algunas cajas y cooperativas de crédito que no han participado en el proceso de reestructuración) habrá un seguimiento a distancia que se completará con una visita de inspección cada tres o cuatro años. 

Hace más de diez años, el Banco de España implantó el seguimiento continuado in situ en los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA. Con el paso del tiempo se amplió a La Caixa, Bankia, Banco Popular y el Sabadell.

«Se ha contrastado que en los últimos años las entidades en seguimiento continuado in situ han seguido las recomendaciones y requerimientos de los equipos de inspección y cumplimentado los ajustes planteados (de miles de millones de euros) por persuasión supervisora en la mayoría de los casos, sin mediar escrito formal de requerimientos o recomendaciones», apunta el Banco de España. 

En general las propuestas se han transmitido verbalmente en el transcurso de alguna reunión de seguimiento periódico o por correo electrónico. Ello ha influido, según el supervisor, en que el número de escritos de recomendaciones y requerimientos a las entidades haya disminuido de manera importante. 

Según el Banco de España, este mecanismo no se aplica para «simplemente» seguir la marcha de las entidades, sino para influir sobre las mismas de forma temprana y evitar que los problemas se agreven. 

El organismo que dirige Luis María Linde admite que a las entidades más pequeñas (aquellas a las que no se hará un seguimiento in situ) ya no se les presta la misma atención que a las más sistémicas, «pero conviene establecer un procedimiento específico y claro de supervisión basado en un potente seguimiento a distancia, combinado con la realización de visitas cortas de inspección cada tres o cuatro años, que distinga entre entidades de depósito y resto de entidades».
 

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