Pulso de Soria con las eléctricas tras unas Navidades de infarto

Economía

Pulso de Soria con las eléctricas tras unas Navidades de infarto

José Manuel Soria, ministro de Industria

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha conseguido lo que no muchos pueden decir haber logrado: alinear al sector eléctrico en torno a una sola posición. ¿Y cuál sería esa posición? Pues la de un frente común contra su política. Tras unas Navidades que han visto, entre otras cosas pero sobre todo, un real decreto-ley en el que se elimina cualquier tipo de freno al déficit tarifario, ahora comienza una nueva batalla.

En general, el 2012 ha sido un año duro para Soria. El ejercicio ‘comenzó’ con una advertencia de Eduardo Montes, el presidente de Unesa (la patronal del sector eléctrico), al propio ministro tras éste asegurar en febrero que el Gobierno eliminaría el déficit de tarifa con o sin consenso y que el sacrificio se haría de forma combinada: consumidores, operadores y Estado. Muchos actores de esta industria, analistas y hasta el propio mercado hicieron una lectura de estas palabras en clave de quita al déficit tarifario. Montes le comentó a Soria en rueda de prensa, poco después, que ni se le pasase por la cabeza hacerlo.

Tampoco está muy contenta la ciudadanía, que ha experimentado varias subidas en el recibo de la luz durante los últimos doce meses. La última, del 3%, ha entrado en vigor hace tan sólo unos días. Según cálculos realizados por las asociaciones de consumidores, el recibo de la luz experimentará en 2013 una subida anual del 8,3% para el usuario medio. El cómputo se efectúa tomando como referencia los 73,99 euros que se pagaban el pasado mes de enero.

No obstante, y tal y como informa el portal Suite101, el pasado año ha marcado un auténtico hito en el proceso de ajustes del sector eléctrico. En abril el recibo de la luz subió un 0,7%. En julio se implantó un nuevo ajuste de precios en la tarifa de último recurso, TUR que se incrementó en un 4,3%. En septiembre la subida del IVA del 18 al 21% encareció nuevamente el suministro eléctrico. Octubre llegó con un ligero alivio para los consumidores al aplicarse una bajada del 2,1%.

Otra polémica que ha tenido que enfrentar Soria es la que ha girado en torno a la central nuclear de Garoña. El complejo cerró finalmente sus puertas en diciembre tras alegar su propietario, la sociedad anónima Nuclenor (participada al 50% por Endesa –es decir Enel, es decir  el Gobierno italiano- e Iberdrola), que no le salían las cuentas con la reforma energética aprobada por Soria, que incluye una subida de impuestos a este tipo de generación energética. El Ejecutivo tenía previsto que Garoña, tras una serie de reformas en materia de seguridad, se dedicase a generar energía durante unos cuantos años más.

Por último, Soria ha tenido que asumir el nombramiento de un nuevo secretario de Estado de Energía, que es Alberto Nadal, el hermano gemelo del director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, Álvaro Nadal, considerado el ‘cerebro económico’ de Mariano Rajoy en algunos círculos. Nadal ya tiene ante sí su primer reto: explicar a las eléctricas el sorprendente decreto que cambió las reglas del juego del déficit tarifario en plena Nochevieja, aunque quizás no tenga problemas para hacerlo porque tiene el pleno apoyo de Cristóbal Montoro.

El hermano de Álvaro Nadal ha tenido un especial recibimiento en Industria. Cuando aún no ha cumplido una semana como secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal se las va a tener que ver con el sector de las eléctricas por la orden del ministerio de modificar los límites del déficit de tarifa y la nueva orden de peajes. Una tarea en la que puede recibir la ayuda del ministro de Hacienda.

Así las cosas, y sobre todo a raíz de este último decreto-ley aprobado en Nochevieja con denominación de origen para los empleados del hogar, los principales actores del sector energético, y en particular los agentes tradicionales, están dispuestos a comenzar un pulso con Soria en 2013 para que éste no siga por un camino que se ha basado, según fuentes del sector, en embustes, engaños y triquiñuelas de diversa índole aunque todas destinadas a escurrir el bulto que supone asumir que el déficit tarifario sigue aumentando.

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