España ‘pedirá prestado’ el 11% de su PIB en 2013

Economía

España ‘pedirá prestado’ el 11% de su PIB en 2013

Mariano Rajoy, presidente de España

Hasta 110.000 millones de euros, un 11% de su PIB de un año. Esta es la cantidad de dinero que tendrá que recaudar el Tesoro español por medio de emisiones de deuda el próximo año, según las estimaciones de la banca de inversión internacional, que, además, prevé que el inevitable rescate llegará en el primer trimestre. 

De confirmarse esta cantidad, vaticinada por informes de Lloyds Morgan Stanley citados por la agencia Bloomberg, el monto total  superaría en un 13,285%, el dinero tomado a crédito en 2012, que alcanzó un volumen total de 97.100 millones de euros. Y volverían a superarse las cifras provisionales presentadas por el Gobierno español, como ya sucedió el pasado año.

Los operadores de los mercados financieros, no parecen creerse las proyecciones provisionales presentadas por el Tesoro español a mediados del mes de diciembre. Según esas cifras, la emisión de deuda sólo llegaría durante el próximo ejercicio a sumar unos 90.400 millones de euros, un 6,90% menos que en 2012. 

Pero los analistas privados lo ven difícil por la concurrencia de unos cuantos factores negativos. En primer lugar, el hecho de que España esté atravesando su segunda recesión desde 2009, sin que aparezcan en el horizonte síntomas de recuperación, al menos a corto plazo. 

Además, casi todos los expertos parecen convencidos de que tantos los bancos nacionalizados como las autonomías necesitarán nuevas inyecciones de capital el próximo año. De hecho, nueve de las diecisiete comunidades han recibido fondos este año por un valor total de 15.600 millones. Y la cantidad puede llegar a los 23.000 millones el próximo año.

Motivos más que suficientes, junto a la presión de los empresarios hispanos que quieren encontrar un 'suelo' para el coste de su financiación, para que, como decíamos antes, el temido segundo rescate tenga que ser pedido antes del final del primer trimestre.

Cierto que puede ser necesario un detonante. Pero hay muchas incertidumbres en el área euro que pueden contribuir a castigar a España. Y un sólo punto a favor. El hecho de que los mercados se hayan 'creído' la amenaza lanzada el pasado 26 de julio por el presidente del BCE, Mario Draghi, cuando dijo que "haría todo lo que tuviera que hacer para salvar al euro".

Esas declaraciones supusieron un punto de inflexión para España, cuya prima de riesgo en 650 puntos había alcanzado el máximo histórico de la era del euro el día anterior, en paralelo con el récord que marcaba también la rentabilidad del bono a diez años español que llegó a colocarse en el 7,75%.

Unas cifras mucho más elevadas que las que se registraron al cierre del año, con la prima en el entorno de los 400 puntos y el bono rondando el 5,3%. Hasta el coste de los cds (seguros de impago de la deuda española) se redujo un 20%.

Pero el problema del recorte del déficit sigue pesando demasiado sobre el futuro de la economía española. Sobre todo ahora que, algunos confidenciales han filtrado que en el propio Gobierno se maneja una cifra para el cierre del año cercana al 9%. 

Nada que ver con sus previsiones iniciales del 7,4%, que hubiera sido un 6,3% sin la petición del rescate bancario. Ni siquiera con las de Bruselas, más pesimistas, que situaban las cifras en un 8% y un 7%, respectivamente.

Como contraste con este aumento de las necesidades de emisión de deuda que quizá registre España, según los operadores, los otros tres grandes países del área irán en la dirección contraria. Se espera que Italia recorte emisiones en más de 40.000 millones por la amortización de vencimientos, que Francia rebaje 9.000 y Alemania 8.000. 

Un proceso que aún pondrá más de manifiesto las dificultades de España que, incluso si consigue un respiro en los tiempos de reducción del déficit pactados con Bruselas seguirá inmersa en un proceso de deterioro fiscal a la griega si no se adopta una política económica que contenga medidas destinadas a recuperar el crecimiento económico. O al menos, eso es lo que piensa ahora la gran banca de inversión internacional.

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