El BCE, dispuesto a que los tenedores de bonos de las cajas también asuman pérdidas por el rescate

Economía

El BCE, dispuesto a que los tenedores de bonos de las cajas también asuman pérdidas por el rescate

El rescate de los bancos españoles ha abierto otro frente de discordia entre el BCE y la Comisión Europea. En un abrupto giro, el organismo que preside Mario Draghi se ha mostrado partidario de que los tenedores de bonos senior emitidos por las cajas de ahorro también asuman pérdidas cuando estos tengan que ser liquidados. La estrategia, sin embargo, ha sido rechazada por los ministros de Finanzas de la UE.

La nueva postura del BCE, revelada por el The Wall Street Journal, marca un contraste con la posición que la entidad adoptó durante el rescate de los bancos irlandeses en 2010 que, al igual que los de España, fueron víctimas de un desplome del mercado inmobiliario. En esa ocasión, insistió en que los tenedores de bonos de los bancos rescatados no sufrieran pérdidas.

Los ministros rechazaron la idea por el posible efecto negativo que tendría en los mercados. Un borrador del acuerdo de rescate, que inyectará hasta 100.000 millones de euros al sistema financiero español, exige que el gobierno del país imponga pérdidas a los accionistas y los tenedores de deuda de menor categoría (como las preferentes) de los bancos que reciban fondos del rescate, pero no menciona a los acreedores prioritarios.

La decisión de los ministros confirmó un patrón observado cuando la zona euro enfrenta un problema bancario: los tenedores de bonos con más derechos no han sufrido ni siquiera en los colapsos más brutales.

Durante la reunión del 9 de julio, Draghi se mostró partidario de incluir a los acreedores prioritarios de los bancos en la lista de los inversores que deben asumir pérdidas junto a los contribuyentes en el caso de España. Dos aseguraron que Draghi está a favor de imponer pérdidas sobre tenedores de bonos prioritarios sólo cuando un banco caiga en un proceso de liquidación. Esto significaría que los acreedores prioritarios estarían a salvo cuando un banco se limite a reducir su tamaño, lo que hasta ahora ha sido la forma más común usada por las autoridades europeas. De todas formas, se espera que los mayores bancos españoles sigan operando después de la reestructuración, con lo que no se verían afectados.

Al imponer pérdidas sobre los tenedores de bonos se reduce la cantidad de dinero que los contribuyentes necesitan inyectar en las instituciones en problemas. Un funcionario de la zona euro señaló que la razón detrás del cambió de opinión del BCE es el deseo de evitar poner más dinero público del necesario.

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