Las grandes firmas mundiales de capital riesgo han captado fondos en los últimos dos años para invertirlos en las oportunidades que se les presenten en el sector inmobiliario. Pero, aún no han invertido ni un 10% de lo que tenían previsto porque están convencidos de que el tiempo juega a su favor. Sobre todo en España, donde intentarán aprovechar el inminente desmantelamiento de la cajas de ahorros.
Según varios expertos consultados por ‘The Banker’, las gestoras de capital riesgo han mantenido muchas conversaciones durante este tiempo con los tesoreros de algunos bancos que quisieran deshacerse de los activos inmobiliarios que, desgraciadamente, acumulan en sus balances y, aunque los precios han bajado mucho, están convencidas de que aún bajarán más.
Una opinión que comparten los expertos d la consultora estadounidense Crosswater Realty Advisors que, en un reciente informe, aseguran que los fondos inmobiliarios internacionales entrarán en España en cuanto, los gestores bancarios y los responsables del Gobierno asuman que deben dejar que los precios toquen fondo.
Según Jack Rodman y Ted Leary, los analistas de la firma estadounidense que redactaron el informe, en los últimos meses han fracasado algunas negociaciones que parecía a punto de cristalizar como, por ejemplo, una operación en la que Morgan Stanley se había manifestado dispuesto a pagar al Santander 700 millones de dólares por una cartera de propiedades inmobiliarias.
Para los analistas de Crosswater, la mejor solución sería que el Estado en colaboración con los bancos sacará a subasta los préstamos hipotecarios fallidos desde una disposición de aceptar ofertas realistas para permitir la entrada el sector de inversión extranjera y capital nuevo.
Un esquema similar al que se puso en marcha en Corea en la década de los noventa con la creación de Kamco, un banco malo que se encargo de liquidar los activos tóxicos con el método de las subastas abiertas y una estrategia que, muy probablemente, haya sido tenida en cuenta por los expertos de Bruselas, el FMI y el BCE, que han diseñado el rescate de las cajas de ahorros españolas.
