Los nuevos saneamientos aprobados por el Gobierno y la auditoría externa a la que se someterán las carteras crediticias del sector financiero han enfriado considerablemente el interés por acudir a las subastas públicas de Banco de Valencia y CatalunyaCaixa, que en principio estaban previstas para antes del verano.
Ahora, está incluso en el aire la posibilidad de que las entidades se vendan, después de que ayer mismo el ministro de Economía, Luis De Guindos, se mostrase abierto a reconsiderar los procesos de venta. Banco de Valencia fue intervenido en otoño del año pasado, pero su subasta se ha ido retrasando ante la dificultad del Banco de España de encontrar ofertas atractivas, algo que las sucesivas reformas financieras aprobadas por el Gobierno no han facilitado.
Por lo pronto, según recogen diferentes medios digitales, Liberbank, el banco de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, no acudirá finalmente a la puja, al igual que el Popular, en pleno proceso de absorción del Pastor. Hasta ahora el gran favorito era BMN, pero el banco liderado por Caja Murcia está siendo presionado por el Gobierno para entrar en un nuevo proceso de fusión con otras entidades de un tamaño similar, como Unicaja, Liberbank o Ibercaja, y también podría echarse atrás.
Mientras tanto, Banco de Valencia abre hoy el período de suscripción preferente y de solicitud de acciones adicionales para ampliar capital hasta 1.000 millones de euros, mediante la emisión de 5.000 millones de acciones acumulables e indivisibles de 0,20 euros de valor nominal.
Aún más en el aire se encuentra la venta de CatalunyaCaixa ministro de Economía, Luis de Guindos, señalase que el Ejecutivo sopesa nuevas alternativas en el proceso de subasta de la entidad, en la que el Estado cuenta con una participación superior al 90%. “El Gobierno hace una reflexión sobre CatalunyaCaixa, en proceso de subasta, y ahora está valorando todas las opciones, que están abiertas”, reconoció el titular de economía.
