Los estafadores vuelven a recurrir al teléfono para robar datos bancarios

Economía

Los estafadores vuelven a recurrir al teléfono para robar datos bancarios

Los estafadores no sólo recurren a sofisticados sistemas de fraude en la Red para robar datos bancarios. Ahora han vuelto a usar métodos tradicionales, como el teléfono. La última víctima de esta estafa ha sido el Sovereign Bank, la filial estadounidense del Santander.

El sistema no es más que una nueva versión del ‘phishing’, pero telefónico. Es decir, el cliente de cualquier entidad financiera recibe de forma aleatoria una llamada de un marcador automático, que se hace pasar por su banco, con el fin de conseguir contraseñas, información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria. Yhay veces que los estafadores tienen éxito.

El caso del Sovereign Bank no es ni mucho menos un ejemplo aislado. “Hay miles de fraudes y muchos de ellos no están identificados como tal”, aseguran fuentes financieras. El sector trabaja constantemente para mejorar sus sistemas de seguridad y así blindar a sus clientes frente a los estafadores.

Hasta el momento, el phishing es la estafa cibernética más utilizado por los ladrones de esta índole en los últimos años e incluso ha surgido una nueva variante denominada “spear phisghing” (pesca con arpón). Esta ligera desviación ha tomado como objetivo a clientes de bancos y servicios de pago on-line. De hecho, los phishers, o estafadores cibernéticos, serían capaces de establecer con qué banco tiene relación una posible víctima.

Como escudo protector, los usuarios de las empresas financieras tienen a su disposición una serie de consejos facilitados por los bancos para conocer qué tipo de información sería requerida por un empleado de la entidad y qué datos no se deben dar a conocer a los desconocidos.

Son dos las recomendaciones que más hay que tener en cuenta; la primera consiste en ser muy cauteloso con los mensajes automáticos de un desconocido que pregunta por alguna tarjeta de crédito o débito; la segunda se basa no creer ningún mensaje que diga que la tarjeta del cliente ha sido desactivada, robada o perdida y menos aún si solicitan a la víctima que marquen a continuación el número de la tarjeta bancaria para su supuesta activación.

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