La dirección y los sindicatos de Ibercaja coinciden al asegurar que la caja aragonesa no tiene problemas y que saldrá de la crisis sin sufrir recortes en su plantilla, a diferencia de otras entidades, porque su situación de solvencia y capitalización se lo van a permitir, según han asegurado a EL BOLETIN fuentes cercanas del ambiente financiero aragonés.
La caja zaragozana es una de las más solventes del sector financiero español, con un ‘core capital’ del 9,7%, y un ratio de capital principal (que incluye también los productos híbridos) del 10,23%. A excepción de las minoritarias Caixa Pollensa y Caixa Ortinyent, Ibercaja es la única caja que no ha participado, de momento, en el «puzzle» de las fusiones.
Estas circunstancias alejan a la entidad de la reducción media del 13% de la plantilla, que sufrirán las cajas que están inmersas en los planes de reestructuración debido a que no cumplen los nuevos requisitos de solvencia exigidos por el Banco de España, como adelantaba hace unos días UGT a este diario. El proceso puede suponer la salida de 30.000 trabajadores.
La caja presidida por Amado Franco trasladará su negocio financiero a un banco, del que contará con el 100% del capital. Pero hace unos días, el ejecutivo dejó «la puerta abierta» a la entrada de otros accionistas a partir del próximo año. Además, advirtió que elegirán «el precio y el socio adecuado cuando la caja lo crea conveniente», y adelantó que tienen previsto debutar en Bolsa el próximo año.
Quizá por estas cuestiones Ibercaja se ha convertido en la «niña bonita» que se dejará enamorar, pero que le exigirá condiciones drásticas a su «Don Juan», según han adelantado fuentes sindicales a este medio.
Algunos de sus posibles pretendientes podrían ser la CAM, Unnim, e incluso Cajastur, pero desde la entidad recuerdan que pueden elegir porque no necesitan juntarse con nadie para mejorar sus ratios de solvencia, liquidez y calidad de activos.
