Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, Ordoñez ha solicitado al Gobierno que emplee mano dura para conseguir que las autonomías cumplan con los techos de deuda necesarios para alcanzar el objetivo de reducir el déficit total del Estado al 6% al final del presente ejercicio. Para ello, ha pedido a la ministra Salgado la “aplicación estricta del sistema de autorizaciones de endeudamiento”.
El máximo responsable del banco regulador ha urgido al Ejecutivo a que impida de forma estricta que las regiones díscolas emitan nueva deuda. El único mecanismo de presión con el que hoy por hoy cuenta el gabinete de Zapatero para presionar a las autonomías a que cumplan con el techo de gasto marcado para ellas.
Sin embargo, en su intervención ante la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, hoy Ordóñez no ha hecho mención a otras medidas sancionadoras, a diferencia de sus últimas intervenciones. Sí ha aplaudido que la nueva ley presupuestaria que impedirá que las administraciones públicas se endeuden por encima de la tasa de crecimiento de la economía española a la vez que ha llamado a las regiones a que reconduzcan con firmeza sus presupuestos para este ejercicio.
En la misma línea, el vicepresidente de la Comisión Europea, también ha aprovechado su paso por España para urgir a la Administración a que encuentre la forma de que todas las instituciones cumplan con el recorte de deuda necesario para alcanzar los objetivos de déficit para 2013 y a avanzar en las reformas para lanzar optimismo al mercado.
Respecto a la reestructuración del sistema financiero, Ordoñez aseguró que el proceso de recapitalización de las cajas se está cumpliento en los términos y plazos previstos». Por otro lado, añadió que algunos de los actuales directivos de estas entidades tendrán que desaparecer durante el proceso.
Por su parte, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha vuelto a cargar contra la banca al afirmar que la salida de la crisis será más lenta que en los 90 debido a un sistema financiero “más afectado [que entonces] como consecuencia de los efectos del pasado”. El socialista también ha reconocido que la imposibilidad de devaluar el euro prolongará el proceso, aunque “quizá diez años sean muchos”. En declaraciones a Onda Cero también se ha mostrado favorable al Pacto del Euro.
