Los grupos de cajas nacionalizados recibirán casi tres cuartas partes del rescate europeo, y estas ayudas conllevarán un proceso de reestructuración que pondrá en peligro al menos a uno de cada cuatro puestos de trabajo en estas entidades. Los afectados ya saben además que Bruselas exigirá que se les aplique la reforma laboral a rajatabla, es decir, 20 días por año y 12 mensualidades.
Según los cálculos de UGT, que ha solicitado en un comunicado la conversión de las entidades intervenidas en una banca pública, los procesos de reestructuración van a poner en peligro al menos 10.000 puestos de trabajo. Estos despidos se sumarán a los ajustes llevados a cabo tras las adjudicaciones al Sabadell y BBVA de CAM y Unnim, que afectaron a 3.000 empleos, si bien en ambos casos las bajas se pactaron con los sindicatos.
No será seguramente así en los casos de Bankia, Novagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, las entidades a día de hoy en manos del Estado, en las que se espera que se aplique la reforma laboral sin ninguna cortapisa, con indemnizaciones de 20 días por año trabajado y 12 mensualidades. Entre estos cuatro bancos suman unas plantillas de algo más de 40.000 trabajadores, por lo que, de media al menos uno de cada cuatro empleados perderá su puesto hasta alcanzar las 10.000 bajas.
BFA-Bankia será el grupo que más ayudas públicas reciba del fondo europeo, hasta 24.743 millones de euros. La entidad surgió hace dos años de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño (cajas de Ávila, Segovia, La Rioja, Insular de Canarias y Laietana). Cuando se llevó a cabo este proceso, se aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 3.700 trabajadores, el 16% de la fuerza laboral, lo que redujo la plantilla hasta cerca de 21.000 empleados.
No obstante, las condiciones que ofreció Bankia fueron generosas: los trabajadores de 55 años que se acogieron a las prejubilaciones recibieron el 95% del sueldo del último ejercicio y los que se acogieron a las bajas voluntarias cobraron una indemnización de 45 días por año trabajado.
Novagalicia, que recibirá 7.176 millones de euros, ha eliminado desde que comenzó la reestructuración del sector un total de 1.904 empleos. Además, la entidad se encuentra actualmente en pleno ERE, que contempla otras 700 bajas y 1.400 suspensiones de contratos. No obstante, hoy Expansión publicaba que la entidad planea recortar otros 2.000 empleos. Por su parte, CatalunyaCaixa eliminó 1.300 puestos de trabajo con la fusión de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa, a los que se sumaron otras 330 bajas. La entidad catalana recibirá otros 10.825 millones de euros.
El que más adelantado tiene el recorte de su plantilla es Banco de Valencia, que necesita 3.462 millones de euros. La entidad ya ha comunicado a la plantilla que se recortarán 480 empleos, casi una cuarta parte del total de 2.000 trabajadores que tiene en nómina.
