El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, intenta tender puentes con los empresarios valencianos en un momento en que la imagen de la entidad controlada por el Estado no es la mejor posible en la región de levante, una de sus principales zonas de influencia por la herencia de Bancaja.
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, ha mantenido un almuerzo privado en Valencia con la cúpula de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), según publica el diario Las Provincias. Han acompañado en la mesa a Goirigolzarri el presidente de AVE, Vicente Boluda, que en su día sonó como vicepresidente de Bankia, así como empresarios del calado de Juan Roig, Federico Félix y Francisco Pons.
El diario valenciano señala que para el lobby empresarial supondrá el segundo contacto oficial con el actual presidente de la entidad nacida de Bancaja. La primera reunión fue en Madrid mientras que ésta se celebrará en Valencia. Con esta cita, Goirigolzarri cierra la ronda de contactos con los principales clientes de Valencia y de Castellón, donde estuvo el pasado 20 de septiembre en una reunión con empresarios de la provincia.
La reunión privada de hoy se produce después de que este pasado fin de semana, el presidente del Valencia CF, Manuel Llorente, viajase a Madrid para reunirse con los responsables de Bankia con la idea de perfilar el plan de refinanciación puesto en marcha que necesita el equipo de fútbol para evitar el concurso de acreedores.
El próximo 27 de noviembre vence el plazo para que el Valencia CF pague los intereses de cinco millones correspondientes del préstamo, y la intención del equipo ché es renegociar las condiciones a un plazo más alto.
Las relaciones entre Bankia y los empresarios valencianos son tensas ya desde la época de Rodrigo Rato, a pesar de que el ex director gerente del FMI intentó mantener todos los contactos posibles para suavizar las relaciones. En el trasfondo de las tensiones, la situación de Banco de Valencia, cuyo futuro sigue siendo muy incierto.
Bankia, antes de su propia nacionalización, era el principal accionista de la entidad regional, en la que también tenían inversiones relevantes las figuras más emblemáticas del empresariado levantino, que vieron la intervención de Banco de Valencia como una traición desde Madrid.
