Los bonistas junior de Monte dei Paschi ¿se repetirá la historia de las preferentes?

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Los bonistas junior de Monte dei Paschi ¿se repetirá la historia de las preferentes?

    Monte dei Paschi di Siena

    El Gobierno italiano tendrá que bucear en los entresijos de la normativa europea si no quiere que un rescate conlleve una quita para los pequeños ahorradores con bonos junior de la entidad. Cuando el Gobierno de Rajoy pidió un rescate con fondos europeos para la banca española, los bolsillos que más afectados se vieron fueron los de las miles de familias que habían depositado sus ahorros en las tristemente famosas participaciones preferentes. Las ayudas conllevaron unas quitas para estos títulos que sólo pudieron esquivarse mediante la tortuosa vía judicial o con los arbitrajes impulsados por el ministro Guindos.
     
    Ahora, Italia se encuentra en una situación similar en lo que respecta al rescate de Monte dei Paschi di Siena, que tiene nada menos que 2.100 millones de euros en deuda junior colocada entre pequeños ahorradores a los que se les vendieron los títulos como productos de ahorro. El banco más antiguo del mundo tiene puesto en marcha un ambicioso programa de recapitalización de 5.000 millones de euros, acompañado del objetivo de deshacerse de 28.000 millones en activos tóxicos.
     
    El improbable éxito de este plan hace cada vez más probable que el Gobierno acabe rescatando a la entidad, algo que se ha evitado hasta el momento precisamente porque políticamente estas quitas son inaceptables. En caso de que Roma se negase a aplicar la legislación europea, que exige que acreedores e inversores participen en el rescate de un banco antes de que entre un solo euro de los contribuyentes, la UE podría llevar al Gobierno ante la Justicia Europea.
     
    Sin embargo, existen alternativas que permitirían soslayar esta situación. En concreto, existe una laguna en la legislación europea: un banco puede ser recapitalizado con fondos estatales si falla una prueba de estrés. Este proceso, llamado “recapitalización cautelar”, sólo es posible si el banco no ha colapsado, los fondos sólo están disponibles sobre una base “temporal” y los tenedores de bonos todavía tendrían que sufrir un ‘haircut’, explica The Wall Street Journal. Justificar el movimiento sería complicado, teniendo en cuenta que ya hace meses del último test de estrés.
     
    Evitar las pérdidas por completo para los tenedores de bonos junior requeriría un salto más. La normativa europea establece que, en circunstancias excepcionales, los bancos rescatados pueden retener a los titulares si de lo contrario se pone en peligro la estabilidad financiera del país. Otra opción sería compensar a los tenedores hasta una cierta cantidad, quizás los 100.000 euros en que están garantizados los depósitos, si finalmente se produce una quita. Para ello, no obstante, habría que demostrar que los valores se vendieron de manera fraudulenta, como ocurrió con las preferentes en España.
     
    La última opción sobre la mesa es que el Gobierno italiano argumente que la normativa europea es incompatible con los derechos fundamentales, como la protección del ahorro que establece la Constitución transalpina. No obstante, ello supondría un desafío en toda regla a Europa que requeriría mucha voluntad política en un momento en que la incertidumbre es la nota dominante en Italia tras el batacazo de Matteo Renzi en el referéndum constitucional del pasado día 4.

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