La industria 4.0 hará peligrar la mitad de los empleos

Empleo

La industria 4.0 hará peligrar la mitad de los empleos

Hotel Robot en Japón

CCOO asegura que España debe adecuarse a la digitalización de la industria si quiere evitar que crezca el desempleo. Los algoritmos ‘locos’ de Facebook o el hotel gestionado por robots en Japón son apenas ejemplos del comienzo de una nueva era tecnológica donde la inteligencia artificial o la digitalización de los procesos productivos determinan el producto final. Una industria 4.0 donde la tecnología sustituye al trabajador poco cualificado y el empleo queda en manos de personas con alta cualificación. La transformación digital no sólo está transformando las economías, sino también la naturaleza de los mercados de trabajo y de la mano de obra.
 
Comisiones Obreras Industria calcula que el auge de la digitalización prevista para los próximos años puede poner en peligro a más de la mitad de los puestos de trabajo. Otros estudios estiman que el desarrollo de las tecnologías digitales reemplazará entre un 12 y un 45% de los empleos del viejo continente. Para el sindicato, cuando la tecnología mejora los procesos productivos, el impacto sobre la ocupación tiende a ser negativo, “ya que las nuevas máquinas permiten producir la misma cantidad con menos trabajo […] nadie duda de que la automatización destruirá puestos de trabajo antes de crear otros nuevos”.
 
Por ello, CCOO insta al gobierno y a las instituciones españolas a adecuar rápidamente su sistema productivo al sistema que ya está comenzando a instalarse en el mercado, el de la industria digitalizada, la industria 4.0. Cuanto más se prepare el sistema español a la digitalización, menos sufrirá el mercado laboral, advierten desde el sindicato. Sin embargo, esa adecuación tecnológica se encuentra más lejos que cerca de las voluntades.
 
CCOO de Industria ha constatado que las empresas que intentan liderar la cuarta revolución industrial buscan talento que no existe en el mercado español, ya que la fuerza de trabajo que actualmente reside en España no tiene las cualificaciones que se necesitan. Los más cualificados tuvieron que emigrar por la crisis, seducidos por otros países que sí podían ofrecer un puesto ajustado a su conocimiento.
 
“La cuarta revolución industrial será para los altamente cualificados y con gran capacidad de adaptación, flexibilidad y aprendizaje continuo, con perfiles más multidisciplinares, con un currículo en competencias en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, ya sea de educación universitaria o un perfil más técnico procedente de la formación profesional superior” anticipa Comisiones Obreras. El problema es que la política de ajustes, de recorte de salarios y de protección ante el desempleo, aplicadas durante los últimos años, ha creado puestos de baja cualificación y mal pagados, argumenta el sindicato. Y de esa manera no hay manera de poder competir en el nuevo mercado.
 
Para poder ganar competitividad sin tener que depreciar los salarios, y para poder ‘dominar’ a las máquinas sin que ellas te dominen a ti, los cambios no deben venir sólo de la educación universitaria o especializada, sino que deben afectar al origen del problema: el sistema educativo. Así lo asegura CCOO, que considera que conviene trabajar desde la escuela y poner en marcha medidas que reduzcan el elevado fracaso escolar que existe en el país.
 
Sectores preparados
 
En España no son muchas las empresas que han adecuado tecnológicamente su sistema productivo. De hecho, solo un 38% de las empresas cuenta con una estrategia digital formalizada. El resto, carece de preparación. En el caso de la industria, ese dato apenas llega al 10% las empresas que dicen tener esa estrategia.
 
“Los trabajos manuales y repetitivos serán los que tendrán mayor probabilidad de ser reemplazados por máquinas, aunque se producirá mediante un proceso muy lento”, asegura CCOO. La industria del automóvil, la aeronáutica, las empresas energéticas, el sector ferroviario y el energético son quienes han tomado la delantera en la preparación digital.
 
“El gran riesgo se encuentra no tanto en el número de empleos que se perderán con la automatización, sino en no ser capaces de producir los suficientes para compensar el recorte de puestos de trabajo”, avisa el sindicato. 

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