La entidad pretende realizar el ajuste a través de bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas. CaixaBank ha convocado a los sindicatos a una reunión este lunes para negociar un ajuste de personal que podría afectar a entre 400 y 500 empleados, y que se realizaría a las oficinas situadas en comunidades originarias de las cajas que dieron lugar a Banca Cívica, integrada en el grupo en 2012. La entidad catalana cuenta con 33.598 empleados.
Las cuestiones que se abordarán en el encuentro entre la entidad y los representantes de los trabajadores son la movilidad geográfica, las extinciones de contrato y la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, según señalan los analistas de Ahorro Corporación en un informe en el que destacan que CaixaBank tiene el objetivo de mantener los costes de personal estables, según quedó fijado en el plan estratégico 2015-2018.
La entidad habla de conseguirlo mediante una gestión activa de costes y que, de no tener lugar, estos subirían un 11% en los cuatro años. Los ahorros planteados se generarán con las reestructuraciones de personal en fusiones (unos 150 millones en el caso de Barclays) y con jubilaciones anticipadas o bajas incentivadas, tal y como se va a plantear a los sindicatos. En el primer trimestre del año, los gastos de explotación de la entidad aumentaron un 0,3%.
Por su parte, los analistas de Bankinter destacan que la evolución a la baja en los tipos de interés (actualmente en mínimos históricos) y el incremento de la competencia, especialmente en el segmento empresarial, está siendo parcialmente compensado en las cuentas de P&G por el menor coste del riesgo. No obstante, entienden que las entidades financieras están implementando nuevas medidas para reducir los costes de explotación y mejorar así la rentabilidad sobre el capital (ROE). El ajuste de costes es mayor en las entidades que han participado en la consolidación del sector durante los últimos años, señalan los expertos.
