El gigante financiero de Wall Street considera que la enérgica creación de empleo registrada en el primer trimestre del año se mantendrá en adelante. La economía española se situará al frente de los grandes países industrializados este mismo año. Ese es, al menos, el pronóstico del gigante financiero Citigroup, que en un informe publicado este domingo así lo afirma al elevar su previsión de crecimiento del PIB al 2,7% para 2015, a sólo dos décimas de igualar el optimismo del Gobierno.
El gigante de las finanzas neoyorquino también ha mejorado sus previsiones para el próximo ejercicio. Del 2,5% que hasta ahora había marcado para la economía española de cara al año 2016, ha pasado a un 2,6%. El incremento, sin embargo, es más comedido que el concedido para este año, pues es de dos décimas porcentuales. En cualquier caso, muy por encima de la media que vaticinan sus analistas para la Zona Euro: un 1,5% de crecimiento.
Los expertos de Citi señalan como principales argumentos para sus nuevas previsiones la enérgica creación de empleo registrada durante el primer trimestre del año registrando las cotas más elevadas en todo lo que va de crisis, además de las medidas fiscales de apoyo al crecimiento, los efectos de la reforma laboral y una débil inflación a pesar de las medidas implantadas por el Banco Central Europeo (BCE). Punto este último que, según el informe, “está permitiendo una fuerte recuperación de los consumidores”.
Con respecto a la tasa de paro, Citi considera que al cierre de 2015 un 22,4% de la población seguirá desempleada, mientras que la tasa descenderá al 20,5% el año siguiente. Sin embargo, los expertos del banco estadounidense creen que España seguirá sin ser capaz de cumplir con los objetivos de déficit pactados con Bruselas. Aunque consideran que los costes de financiación seguirán a la baja, creen que al término de diciembre el desequilibrio presupuestario del Estado alcanzará un 4,5% del PIB nacional.
En anteriores informes, Citi había marcado un crecimiento del 2,6% para EEUU y Reino Unido de cara a este ejercicio. Para el conjunto de países industrializados, la cifra se quedaba en el 2%, porcentaje que concedían también a Alemania.
