El próximo 9 de febrero “será la Audiencia Nacional quien tome cartas en el asunto y solucione el problema con carácter definitivo”, destaca CGT. El sindicato CGT y Banco Sabadell se verán las caras la próxima semana en los tribunales por las prolongaciones de jornada, a pesar del sistema de ‘control’ de estas ‘horas extra’ que la entidad que preside Josep Oliú ha instaurado tras recibir varios avisos de la Inspección de Trabajo.
En concreto, el próximo lunes 9 de febrero se celebrará en el SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) el procedimiento de mediación en materia de Conflicto Colectivo que CGT promueve frente a Banco Sabadell, explica la formación sindical en una circular en la que denuncia no sólo las “prolongaciones de jornada en la entidad”, sino también “la falta de registro de dichas prolongaciones”, su negativa a comunicarlas a los sindicatos “por no abonar o compensar las mismas” y el incumplimiento de los requerimientos realizados, hasta el momento, por siete Inspecciones de Trabajo de las 22 denunciadas por CGT.
“La dirección sigue negando esta grave problemática laboral, sigue negándose a registrar la jornada ya que no le interesa que se pueda constatar el gran número de horas extras que se realiza de forma habitual en el banco, sigue comunicando que en banco Sabadell no se realiza ni una sola hora extraordinaria”, se lamenta CGT.
En ese sentido, aunque el sindicato asegura que ha intentado solucionar “esta grave irregularidad laboral mediante el diálogo”, defiende que “siempre” ha recibido respuestas negativas a sus pretensiones. El Sabadell se comprometió a implantar un control manual de la jornada para el personal administrativo, pero CGT denuncia que sólo afecta a un 14% de la plantilla en el banco, lo que considera “francamente insuficiente”.
Tras este último desencuentro, “será la Audiencia Nacional quien tome cartas en el asunto y solucione el problema con carácter definitivo”, destaca CGT, que recuerda que a lo largo de los últimos dos años ha presentado un total de 22 denuncias ante la Inspección de Trabajo, tanto con otros sindicatos como en solitario.
La formación sindical, que dice sentirse “abochornada” por el empleo sumergido que se realiza en el banco, defiende que su actuación persigue “que se cumpla la legislación vigente, el convenio colectivo, la jornada legal pactada en el banco”, así como proteger a los empleados “contra futuros despidos colectivos y contra futuras reducciones de nuestras condiciones laborales”.
