Con la caída del precio del barril de petróleo, el IPC ha vuelto a moverse a la baja. Un 1,4% ha caído en el primer mes del año. Este viernes, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los últimos datos respecto al indicador adelantado del índice de precios al consumo (IPC). A cierre del primer mes de 2015, el IPC ha sufrido una variación anual situándose en el 1,4%, frente al 0,2% de enero de 2014. La tasa anual del indicador adelantado (IPCA) es del 1,5%, según los datos oficiales del organismo. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA disminuiría cuatro décimas respecto al mes anterior.
Este descenso en el IPC se explica por la bajada de los precios de los carburantes, en el caso de la gasolina sube un 0,3%, costando 1,123 euros por litro, y en el del gasóleo un 0,2%, siendo de 1,059 euros por litro. Este enero, el indicador ha retrocedido cuatro décimas, lo que refleja el mayor descenso desde julio de 2009.
Desde julio de 2014 se vienen reflejando tasas negativas, representa la séptima caída consecutiva: -0,3%, -0,5%, -0,2%, -0,1%, -0,4% y -1% en julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2014, respectivamente. Y supone la novena vez en 16 meses desde 2013.
Los precios de consumo registran en enero una tasa negativa del 1,7% respecto al mes de diciembre, según el indicador adelantado del IPC. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría una disminución de cuatro décimas en su tasa anual, ya que en el mes de diciembre esta variación fue del –1,0%, según los datos publicados por el INE. Por su parte, la variación mensual del indicador adelantado del IPCA se sitúa en enero en el –2,2%.
Por su parte, el Gobierno no ha querido manifestar esta situación de deflación estructural. Este jueves, Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, matizada que tener un IPC negativo como consecuencia de la caída del precio del petróleo es «lo lógico» y es «muy bueno» para la economía española, pues se refleja en los precios de consumo y en la balanza de pagos.
Guindos continuó afirmando que “si la caída de la inflación se debe a un descenso del precio del petróleo, prefiere tener un IPC del -2% a tener un IPC del -1%». Finalmente, el ministro aseguró que este descenso en los precios a la caída del crudo, a la demanda “muy deprimida” durante los siete años de crisis y a una reducción muy intensa de la inversión.
Desde agosto de 2013 no se registran unas tasas habituales para la economía española, cuando se ubicaba en un 1,5%. Desde entonces, el IPC ha ido mostrando altibajos con continuas subidas y bajadas, en parte justificado por el ‘efecto escalón’ de la subida del IVA aplicada en 2012.
El jefe de la Oficina Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, ha asegurado que la economía española se encuentra «en las antípodas de la deflación», aunque el IPC lleve siete meses con variaciones negativas. Nadal ha dicho también que «la deflación es cuando, al bajar los precios, el consumidor, pensando que van a seguir bajando, deja de consumir, pero con un dato récord de comercio minorista en diez años como el de diciembre estamos en el polo opuesto».
Además, coincidiendo con Guindos ha afirmado que las variaciones negativas de IPC, aunque sean infrecuentes en la economía española, tienen una serie de «ventajas», como son: la mejora del poder adquisitivo, el descenso del precio de la energía y el mantenimiento durante 17 meses consecutivos de un diferencial favorable a España en competitividad respecto a Alemania, cuando siempre ha sido al revés. «Que los precios de nuestros productos crezcan menos que los alemanes quiere decir que cada vez los consumidores españoles consumirán más productos españoles que alemanes y al revés», ha concluido Nadal.
