CCOO plantea al grupo Apollo que abra una oferta de acogimiento voluntario a los despidos, pero con indemnizaciones de “despido improcedente”. El expediente de regulación de empleo (ERE) que Apollo quiere llevar a cabo en Evo Banco, Finanmadrid (ahora Fracciona) y Avant Tarjeta ha provocado un duro enfrentamiento entre la dirección y los sindicatos, que acusan a la empresa de haber actuado de ‘mala fe’ a la hora de plantear este ajuste. Por el momento, apenas se han logrado acercamientos entre ambas partes y los sindicatos ya han advertido a la empresa que si quiere adelgazar la plantilla, pague indemnizaciones correspondientes a despidos improcedentes.
En la reunión celebrada la semana pasada, la sección sindical de CCOO en Evo Banco planteó a la entidad la necesidad de que “con urgencia” se establezca “una oferta de acogimiento voluntario con indemnización de despido improcedente con el objetivo de minimizar el impacto del ERE”, según señala el propio sindicato en su página web.
Frente a los 20 días por año que establece en los ERE la reforma laboral realizada en 2012, en el caso de que los despidos fuesen declarados improcedentes el pago podría ser de entre 33 y 45 días, con topes de 24 y 42 mensualidades, dependiendo del tipo de contrato, unas condiciones mucho mejores que las que la empresa parece dispuesta a aceptar para adelgazar su plantilla.
Pero CCOO va mucho más lejos y cuestiona también los criterios que Apollo ha planteado para aplicar este ajuste laboral. “¿A qué se debe que salvo en las oficinas de cierre todos los supuestamente afectados sean los gestores comerciales?”, se pregunta la formación sindical, a la que extraña que los solapamientos de puesto sólo se produzcan en esa función.
El sindicato también se pregunta qué criterio ha seguido Evo para establecer que el número de trabajadores deba ser el mismo, con independencia del volumen de negocio y circunstancias de cada oficina.
Sólo en Evo Banco, sin incluir Fracciona o AvantCard, el grupo Apollo contempla el despido de 53 empleados, del total de 616 trabajadores que tiene en plantilla. El fondo estadounidense pretende además cerrar cuatro oficinas: concretamente, las de Las Palmas de Gran Canaria, Girona, Fuengirola y Gandía.
Otras 17 oficinas se verán afectadas, en mayor o menor medida, por el ERE planteado por la entidad; en éstas, perderán su trabajo entre uno y tres trabajadores, a los que se sumarán otros cuatro de los Servicios Centrales.
