Los precios bajan en la eurozona por primera vez en cinco años y añaden presión a Draghi

Macroeconomía

Los precios bajan en la eurozona por primera vez en cinco años y añaden presión a Draghi

Billetes de euro

Las cifras del IPC publicadas hoy añaden presión para que el BCE anuncie lo antes posible sus nuevos estímulos. El índice de precios de consumo (IPC) bajó en el mes de diciembre un 0,2% en su tasa interanual, tras la subida de un 0,3% registrada en noviembre, según las cifras publicadas hoy por Eurostat, que añaden presión al Banco Central Europeo (BCE) para que impulse un programa de estímulos.

La caída de los precios es superior al 0,1% que había anticipado el mercado, y supone además la primera tasa negativa desde octubre 2009. Este comportamiento se explica sobre todo por el descenso de un 6,3% registrado en el precio de la energía debido fundamentalmente al desplome en el petróleo, mientras que los precios de alimentos, alcohol y tabaco se mantuvieron estables. El único incremento se registró en los servicios, con un alza del 1,2%.

El IPC subyacente, que excluye los precios de carburantes y alimentos, se elevó un 0,8%, una décima por encima del consenso del mercado (+0,7%).

Las cifras del IPC publicadas hoy añaden presión para que el BCE anuncie lo antes posible sus nuevos estímulos. Ayer, el diario holandés Het Financieele Dagblad apuntó que la institución que preside Mario Draghi contempla tres opciones para comenzar a comprar bonos: la primera pasaría por inyectar dinero en el sistema financiero haciendo que el BCE comprase directamente bonos gubernamentales en una cantidad proporcional a las tenencias de determinado Estado en el banco central.

Una segunda alternativa sería que el BCE comprase bonos gubernamentales exclusivamente con calificación ‘triple A’, haciendo bajar sus rendimientos hacia 0% o incluso a territorio negativo. La esperanza es que llevaría a los inversores a comprar deuda soberana y corporativa con mayor riesgo.

La tercera opción sería similar a la primera pero en este caso los bancos centrales de cada país harían las compras, lo que significa que el riesgo “en principio” quedaría en el país en cuestión.

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