Los sindicatos de CatalunyaCaixa marcan territorio con BBVA en plena recta final de las elecciones

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Los sindicatos de CatalunyaCaixa marcan territorio con BBVA en plena recta final de las elecciones

Sucursal de CatalunyaCaixa

La absorción por parte de BBVA marca la recta final de las elecciones sindicales en CatalunyaCaixa, que se celebrarán el próximo 26 de noviembre. Los trabajadores de CatalunyaCaixa están llamados a las urnas el próximo 26 de noviembre para votar en las últimas elecciones sindicales antes de que BBVA tome definitivamente el control de la entidad rescatada. Por ello, gran parte de los mensajes de los sindicatos que concurren a estos comicios se dirigen al banco que preside Francisco González, avisándole de que no tolerarán más ajustes.

CatalunyaCaixa contaba a 30 de septiembre con 4.719 trabajadores tras varios ERE realizados desde la fusión de Catalunya Caixa, Caixa Tarragona y Caixa Manresa al inicio de la crisis. La cifra representa un recorte de un 45% frente a los 8.500 empleados con los que contaban estas entidades en 2008.

El último ajuste, un ERE que contemplaba la salida de hasta 2.153 empleados, a los que acordó pagar 30 días por año trabajado, y que finalizará el próximo 31 de diciembre. La entidad ya había aplicado inicialmente un recorte de 1.300 empleos, ampliado con otras 330 bajas incentivadas. Los trabajadores mayores de 60 años se pudieron prejubilar recibiendo el 90% del salario neto, mientras que los de entre 56 y 59 años contaron con el 80% del salario neto. Las indemnizaciones de las bajas incentivadas dependieron de la antigüedad, llegando hasta los 30 meses de sueldo (2,5 años) para quienes llevasen más de 12 años trabajando en una de las cajas.

El pasado mes de octubre, el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, señaló que todavía no sabe qué ajuste deberá realizarse en la plantilla una vez que se complete la adquisición de CatalunyaCaixa. Aún “no se han acabado las negociaciones con Bruselas”, destacó durante la presentación de los resultados del banco, y al menos hasta mediados de enero “no habrá foto final” del proceso.

Sin embargo, los sindicatos no quieren esperar tanto para dejar claras sus posturas. Uno de los más tajantes ha sido UGT, que avisa en un comunicado de que la adquisición de CatalunyaCaixa por parte de BBVA “nos lleva a afrontar una nueva reestructuración”. En ese sentido, una vez que se cierre la compra “y empecemos a conocer sus intenciones, tenemos claro que no aceptaremos ningún otro tipo de ERE sobre una plantilla que ya ha sido suficientemente castigada”.

“Cualquier medida que BBVA quiera adoptar en el futuro se tendrá que realizar sobre el conjunto de un grupo que tiene más de 30.000 trabajadores en el total del Estado”, avisa UGT.

Por su parte, CCOO recuerda que los esfuerzos que han realizado los trabajadores de la entidad catalana “han sido ingentes y han permitido que esta empresa aún tenga valor y que alguien haya pagado por ella”, por lo que considera que “ya no es el momento de más reestructuraciones ni de hacer recaer sobre la plantilla de nuestra Entidad el coste de la adquisición”.

Este sindicato avisa de que defenderá “la preservación de los puestos de trabajo” y que, “en el caso de que se tuvieran que tomar algunas medidas, sean de carácter voluntario y no traumático y que se repartan entre las plantillas de las dos entidades”.

CSICA-ATB considera que los primeros y principales retos serán “la integración de la plantilla y la adecuación de las condiciones laborales al marco vigente en BBVA, sin que ello signifique que deban verse recortados nuestros derechos”.

“Las condiciones vigentes en BBVA no son las mismas que las nuestras y esto, de entrada, abrirá el ‘melón’ de la negociación”, reconoce el sindicato que defiende que “la transposición no puede ser directamente ni automáticamente ajustada a las imperantes en aquel banco”.

De cara a ganar fuerza en el nuevo grupo, la formación ha anunciado que una vez haya concluido la integración de las dos empresas, los sindicatos CSICA-ATB y ACB (presente este último en BBVA), que conforman la Federación FINE, se fusionarán. “Esto nos diferencia claramente de la situación de las secciones sindicales de otras organizaciones, ya que éstas serán automáticamente integradas y absorbidas por las constituidas en BBVA, a cuyos intereses, claramente desiguales, deberán supeditarse”, señala.

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