Las autoridades de Portugal han registrado desde el domingo 346 nuevos casos de coronavirus, de los cuales 300 han correspondido a la región de Lisboa y Valle del Tajo, donde según el primer ministro, António Costa, no se está produciendo ningún «descontrol», sino que el repunte de casos se debe a un mayor número de pruebas diagnósticas.
El Ministerio de Salud luso ha elevado este lunes a 37.036 el balance provisional de positivos, mientras que la cifra de fallecidos ha aumentado a 1.520, tres más que el domingo. Unas 430 personas están ingresadas en hospitales, de las cuales 73 se encuentran en cuidados intensivos.
La región metropolitana de Lisboa ha reabierto este lunes los centros comerciales, sumándose así a las medidas que ya habían adoptado otras zonas del país donde el brote estaba ya más contenido. Sin embargo, Costa ha restado importancia al foco de la capital y ha asegurado que no hay ningún «descontrol».
«Cuando analizamos los resultados globales, tenemos que analizar también el número de pruebas (…). Cuantas más pruebas haces, más probabilidades tienes de obtener resultados positivos», ha afirmado el primer ministro en declaraciones a los medios, según el diario ‘Publico’.
En este sentido, ha defendido que las autoridades realizan «un trabajo muy importante» para identificar y aislar los posibles focos que puedan surgir, ya que «es la mejor forma de prevenir su expansión».
