Anton Reixa no logra cerrar las heridas de la SGAE y es destituido

Especial XXII Aniversario

Anton Reixa no logra cerrar las heridas de la SGAE y es destituido

En el mes de julio, la Junta Directiva de la entidad destituye a Anton Reixa y elige a José Luis Acosta en unas elecciones cerradas en las que no pudieron participar los socios. Un año. Es el tiempo que estuvo Anton Reixa al frente de la SGAE. En el mes de julio la Junta Directiva decidía destituir al músico, escritor, director y productor de cine por no haber cumplido parte de sus promesas –como empezar a pagar a pequeños autores a los que la entidad debe aún dinero- y por enfrentarse a un importante grupo de autores por cobrar derechos televisivos.

La decisión se adoptó a pesar de que tan solo unos días antes Reixa había logrado que la mayoría de los socios con derecho a voto respaldara sus primeras cuentas como presidente de la sociedad.

De hecho, pocos días después de que se aprobaran esas cuentas, la Fundación Autor, que preside Antonio Onetti, cargó contra Reixa. La principal crítica se dirigía a la gestión de la desinversión de la red de teatros valorada en unos 400 millones de euros con la contratación de Thesan Capital, un proceso que, para este organismo, está lleno de sombras.

Los ataques de Onetti cobraban más relevancia teniendo en cuenta que éste apoyó a Reixa para que fuera elegido presidente de la SGAE. Y suponía un nuevo frente tras su enfrentamiento con el grupo que lidera Juan Márquez, que en los últimos años se ha enriquecido llamativamente componiendo música para programas de televisión nocturnos.

La elección de nuevo presidente

Tras una semana en la que Miguel Hermoso ejerció de presidente interino, la Junta Directiva de la SGAE eligió a José Luis Acosta Salmerón nuevo presidente de la entidad. El representante del Colegio de Obras Audiovisuales –los cineastas- se impuso a José Miguel Fernández Sastrón, del Colegio Pequeño Derecho –compositores de canciones- en unas elecciones en las que no pudieron participar los socios.

Precisamente este hecho, que no se convocaran elecciones abiertas, llevó a Miguel Ríos y José Luis Cuerda a presentar su dimisión después de que la Junta Directiva cesara a Antón Reixa. Muchos socios también presentaron quejas ante el presidente interino Miguel Hermoso.

Según desveló la SGAE, Acosta obtuvo 20 votos de los 39 miembros de la Junta Directiva, mientras que Sastrón logró 16 y dos integrantes votaron en blanco. En la nota no se hacía referencia al destino del voto que faltaría de la suma total.

El órgano de gobierno de la SGAE también aprobó la incorporación del compositor José Manuel Soto y el guionista Lluìs Arcarazo, como miembros de los Colegios de Obras de Pequeño Derecho y Obras Audiovisuales, respectivamente, y en sustitución de Miguel Ríos y José Luis Cuerda.

En su primera comparecencia pública como presidente de la SGAE, Acosta repitió, o casi, las palabras que pronunció Antón Reixa un año antes: los autores están unidos, es hora de ir hacia adelante y los problemas están en el exterior.

Sobre la salida de Reixa, Acosta explicó que “cuando una junta directiva cree que no tiene un presidente adecuado, se intenta cambiar”, pero no explicó a qué se debió esa pérdida de confianza, más allá de unas indefinidas diferencias sobre su gestión. Tampoco cómo es posible destituir a un presidente que sólo unos días antes había conseguido que la mayoría de los autores con derecho a voto aprobaran sus cuentas y, por lo tanto, su gestión.

El nuevo presidente de la SGAE criticó en su primer discurso al cargo de la sociedad que en los últimos años ha habido “presidencialismo excesivo”, pues, en su opinión, “el presidente no tiene que estar en todos los frentes”. En este sentido, Acosta aseguró que hay determinadas cuestiones que se deben delegar en el “staff técnico”.

El cineasta aprovechó además la oportunidad para hacer referencia a las medidas del Gobierno que han desencadenado un profundo problema en la industria de la cultura. “Los problemas que afectan a esta casa vienen de fuera de la SGAE. Por leyes hostiles y una crisis económica muy grande”, afirmó.

Acosta se refirió así a la subida del IVA cultural al 21% y a la Ley de propiedad intelectual. Una norma que “atenta a lo que viene ser el término de esa ley”, dijo.

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