El lavado de dinero en el fútbol vuelve a preocupar a los supervisores mundiales

Especial XXII Aniversario

El lavado de dinero en el fútbol vuelve a preocupar a los supervisores mundiales

En España, los clubs deben a Hacienda unos 750 millones de euros, según los datos oficiales de julio. Desde hace unos años el Grupo de Acción Financiera (GAFI), el brazo ‘armado’ de la OCDE contra el blanqueo de capitales se muestra preocupado por la falta de transparencia del fútbol. Circunstancia que le convierte en un verdadero paraíso para los interesados en lavar dinero.

Nada que ver, sin embargo, esta preocupación con algunos episodios de evasión fiscal que han afectado a las grandes estrellas de este deporte, como el caso Messi, sin ir más lejos. Los supervisores globales temen asuntos de mucho mayor calado. Estrategias y esquemas establecidos para lavar dinero a gran escala.

En uno de sus informes sobre este particular, el GAFI señalaba que la globalización del deporte y el dinero que se mueve entre las televisiones, los patrocinadores, las apuestas y los fondos de inversión han formado un caldo de cultivo muy propicio para estas prácticas ilegales.

Otros expertos, como Eva Cañizares, abogada especializada en derecho deportivo, creen que esas características son más acusadas aún en el mundo del fútbol. En un artículo de opinión publicado en Lawyers Press, Cañizares ha definido a este deporte como uno de los más atractivos para el dinero negro por las “grandes sumas que mueve sin tener en cuenta fronteras y con unos métodos de contabilidad muy poco transparentes”.

La paradoja, como explica Cañizares, es que mientras los ingresos relacionados con este deporte se han multiplicado por tres en los últimos diez años, esta bonanza sólo es perceptible en los grandes equipos y, sin embargo, cada vez hay más clubes cuyo estado financiero va de mal en peor.

Y son precisamente estos equipos, que se juegan casi en cada jornada su supervivencia, serían los más vulnerables a la llegada de ese dinero negro. O como explica esta abogada en su artículo, la ‘necesidad de doping financiero’ es una puerta de entrada perfecta para este tipo de prácticas ilícitas.

Otros expertos abogan por cambios legislativos que obliguen a los equipos de fútbol a aplicar políticas de prevención de blanqueo, en especial en asuntos tan polémicos como los traspasos de jugadores, donde no se conocen las cifras reales, ni existen formas de valorar el precio de un deportistas más allá de lo que alguien diga estar dispuesto a pagar por él.

En España, los clubs deben a Hacienda unos 750 millones de euros, según los datos oficiales de julio. Pero los inspectores de la Agencia Tributaria también tienen sospechas desde hace tiempo de posibles pagos ficticios en ciertas operaciones que van desde las que podrían haber realizado hace años en el Atético de Madrid, Jesús Gil y Enrique Cerezo, a otras operaciones recientes, y en fase de instrucción, relacionadas con el Betis de Lopera.

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