‘Langosta’, una película de Yorgos Lanthimos

La butaca

‘Langosta’, una película de Yorgos Lanthimos

Langosta, Yorgos Lanthimos

El director griego vuelve a cuestionar desde un planteamiento excéntrico los convencionalismos del ser humano; en está ocasión, en el marco de un futuro perturbador en el que se persigue a los solteros. Cuestionar desde el absurdo los convencionalismos del ser humano es la intención principal del cine de Yorgos Lanthimos, director de las inquietantes ‘Canino’ y ‘Alps’. En ellas, el cineasta griego adopta un tono hiperbólico para satirizar sobre la educación y el lenguaje o sobre el duelo y la identidad. Este planteamiento se repite en su último trabajo, ‘Langosta’, en el que desde un extravagante punto de partida reflexiona sobre el amor e ironiza acerca de los radicalismos, sean del tinte que sean.

La cinta se ambienta en un mundo distópico no muy alejado de los plasmados por la serie ‘Black Mirror’, donde los solteros son perseguidos y encerrados dentro de un hotel –a modo de centro de reinserción– en el que tienen 45 días para encontrar pareja, pues de no ser así, serán convertidos en el animal que previamente elijan. Todos visten igual, deben seguir unas normas absurdas y reciben lecciones sobre los peligros y perjuicios de la soltería.

Para poder alargar el plazo disponible para hallar a su media naranja y evitar la transformación, tienen que cazar a seres solitarios que han decidido escaparse al bosque con el fin de huir de las ataduras. Sin embargo, el grupo de personas que vive más allá de las paredes del hotel no predica tampoco la libertad y el albedrío: se rige por unas reglas igual de disparatadas.

La narración se estructura en dos partes: en la primera, más original e imprevisible, se expone el futuro perturbador que construyen Lanthimos y el coguionista Efthymis Filoppou a través de David (Colin Farrell), el personaje protagonista, que acaba de llegar al hotel; la segunda, más redundante, es una emotiva historia de amor. Pero la reflexión sobre el amor está presente en toda la película: se cuestiona a lo largo de la trama si las relaciones surgen por verdadero sentimiento o son fruto del miedo a la soledad, o si para amar a alguien se debe tener algo en común con esa persona.

Esta indagación sobre las relaciones humanas se presenta con un envoltorio de fábula y un acertado tono cómico que hace de ‘Langosta’ una película divertida pese a la perturbadora atmósfera planteada.

Se trata de la primera cinta de Lanthimos en inglés y con actores conocidos internacionalmente: el sobresaliente protagonista Colin Farrell, Rachel Weisz, John C. Reilly o Léa Seydoux. En este salto de lengua y presupuesto, el director y guionista griego mantiene muy vivos los rasgos de su personalísimo cine y utiliza una estrategia similar a la de sus dos películas anteriores, aunque es su obra más cercana al cine tradicional, tanto en el fondo –tiene más fluidez narrativa– como en la forma –es más estilizada y recurre menos a los encuadres con cuerpos y acciones recortadas–.

Con todo ello, ‘Langosta’ es una inquietante y divertida sátira, más afinada en su planteamiento que en el segundo tramo, en la que Lanthimos pone de nuevo en duda las normas y rutinas sociales, examina las relaciones y critica los extremismos.

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