UMO apuestan por el funk psicodélico y el amor a tres bandas en ‘Multi-love’

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UMO apuestan por el funk psicodélico y el amor a tres bandas en ‘Multi-love’

‘Multi-love’, Unknown Mortal Orchestra

Los neozelandeses convencen a la crítica con un tercer disco plagado de buenas canciones y arreglos intensos. En un año en que los gurus de la música moderna han apostado por la electrónica, el rap y la música de baile, como tendencias dominantes algunos grupos de ‘blanquitos’, antes adeptos a los sonidos ‘vintage’ y la psicodelia sesentera parecen haber descubierto el funky ligero y los placeres de producir un sonido que ayude al personal a mover el esqueleto.

En honor a la verdad, antes de la epidemia habían surgido algunos síntomas de lo que se nos venía encima. Por ejemplo, aquel ‘Reflektor’, el último disco de Arcade Fire hasta la fecha y hasta la recuperación para la vida activa de Nile Rodgers que llevó a cabo ‘Daft Punk’ hace un par de años.

Eso fue la avanzadilla de una tendencia que ha confirmado definitivamente su vigencia en 2013 y a la que se han sumado este año, con éxito y buenos resultados, un par de bandas procedentes de las antípodas que habían seducido al público global con su estilo potente y guitarrero.

Nos referimos, claro a Tame Impala, con su reciente ‘Currents’ y a este ‘Multi-Love’ publicado por la Unknown Mortal Orchestra (UMO) del que nos ocupamos hoy. Dos buenos discos, con algún que otro punto de contacto, pero muy diferentes entre sí.

El giro bailable de UMO, propiciado por su líder, guitarrista y compositor principalRuban Nielson, se integra también en otra moda que se abre paso últimamente: la reivindicación del álbum como unidad de medida de los trabajos producidos por los artistas contemporáneos.

Hasta no hace demasiado, la canción de éxito era lo único que importaba, pero las facilidades que aporta el ‘streaming’, parecen haber rescatado el gusto del consumidor por los tragos largos, que vuelven a tener sentido, también en paralelo con el regreso de los vinilos a las estanterías de las tiendas de discos.

De modo que, de nuevo, los álbumes conceptuales, esos que abordan un asunto a lo largo de una colección completa de canciones, han regresado a la oferta comercial disponible. Y en ese contexto ha sido grabado y comercializado este ‘Multi-Love’, en el que durante 41 minutos y nueve temas, la UMO se ocupa de describir los vaivenes sentimentales del amor múltiple.

En este caso, además, parece ser que estamos ante una narracción ‘basada en hechos reales’. Una historia de amor a tres bandas en la que estuvo implicado el propio Nielson con su señora y una muchacha joven y bisexual que llegó a mudarse a vivir con el matrimonio y sus dos hijos.

Pero lo cierto es que, a diferencia de otros grandes álbumes que han retratado las peripecias, a veces trágicas, de la vida en pareja, como el inigualable ‘Berlín’ de Lou Reed, para enterarnos del subtexto ha resultado necesario leer las entrevistas promocionales concedidas por el líder de UMO.

Quizá porque las letras no son, siempre desde mi punto de vista, el punto fuerte de la banda. Aunque tampoco den vergüenza ajena, desde luego. Pero, en el caso de este disco, la supuesta carencia tampoco es tan grave. E incluso puede pasarse por alto sin demasiados problemas.

Es un álbum variado, optimista, muy rítmico y lleno de melodías memorables y pasajes instrumentales intensos y medulares. Sobran pocas cosas, lo que no se resulta frecuente, y, además, no se hace largo. Con un valor añadido, al menos para mi: El hecho de que, en algunos momentos, UMO evoquen al Steely Dan más comercial.

Con menos virtuosismo, es cierto, y algunas diferencias en la forma de enfocar los arreglos que, en mi caso, se resuelve, por ahora, a favor de los viejos trabajos del dúo fundado en 1972 por Walter Becker y Donald Fagen. Pero este es sólo el tercer disco de Nielson y los suyos, así que la cosa promete.

Y hay temas de primera, como ‘The World Is Crowded’, mi canción favorita del disco por el momento, muy comercial y con estribillo poderoso, la propia ‘Multi-Love’, con la que se abre el disco, que tiene un cierto aire a algunos desarrollos de The Beatles o la muy ochentera y agradable ‘Can’t Keep Checking My Phone’.

Así que estamos ante otro disco recomendable y divertido, que quizá salga un poco malparado si se compara con sus posibles modelos de tiempos pasados, pero que vuela sólo si no se tienen en cuenta las posibles referencias. Lo cierto es que es un álbum que acompaña y anima al oyente y puede resultar de gran ayuda en estas fiestas para tomarse un respiro entre copas de cava, cenas de empresa y comidas familiares. Tomen nota que lo mismo les hace falta.

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