‘Unbreakable’, un disco de Janet Jackson

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‘Unbreakable’, un disco de Janet Jackson

Unbreakable

La cantante de Indiana publica su primer disco tras el fallecimiento de su hermano Michael en 2009. Siete años son una eternidad en el siempre cambiante mundo de la música pop. Incluso para una estrella interplanetaria como la gran Janet Jackson. Más todavía si, como es el caso, su desaparición de escena coincide con algunos acontecimientos personales de alta intensidad y un espectacular cambio en los modelos de negocio vigentes.

Pero la pequeña de la familia Jackson, ese controvertido clan de Indiana que ha marcado la historia de la música moderna en las últimas cinco décadas, ha demostrado en muchas ocasiones tener la resistencia y la capacidad suficientes para superar casi todo lo que se le ponga por delante, para caer y levantarse con más fuerza si cabe.

Ella, quizá una de las personalidades más seductoras del starsystem del rythm and blues acumula varias divorcios, unos cuantos escándalos y un puñado de discos imprescindibles también, que es de lo que se trata. Incluido aquel famoso ‘pezón gate’ de la Superbowl de 2004, cuando Janet enseñó un pecho durante un instante a la audiencia.

Con la perspectiva que da el tiempo, aquel episodio resulta incluso recatado a tenor de lo que vino luego. Más aún, la Jackson podría reclamar derechos de autor a sus actuales imitadoras, porque fue ella, sin duda, quién abrió ese camino por el que han transitado luego hasta la extenuación Rihanna, Milley Cyrus, Nicki Minaj y otras tantas artistas modernas.

Sin embargo, la muerte de su hermano Michael, en 2009, quizá haya sido la prueba más dura que Janet haya tenido que superar. En lo personal y en lo artístico, Porque no es fácil para nadie consolidar una carrera propia y claramente identificable a la sombra de un artista inmortal como Michael Jackson.

Y, evidentemente, tras la dramática e inesperada muerte del eterno Peter Pan de la música negra, que abortó lo que hubiera sido quizá el enésimo renacimiento de este hombre incombustible, la más elemental prudencia aconsejaba a Janet dejar pasar un buen periodo de tiempo antes de sacar un nuevo disco, para que nadie la acusara de intentar aprovecharse del trágico suceso.

Pero la hora por fin ha llegado y ya tenemos nuevo trabajo de la diva. Se trata de este ‘Unbreakable’ del que nos ocupamos hoy. Un álbum intenso, comercial y contemporáneo que, además, ha tenido una recepción espectacular con el beneplácito de la crítica, el público, la profesión y todo lo demás, número uno de la lista de ventas, incluido.

Cierto que Janet ha jugado sobre seguro. Para empezar ha vuelto a contar con sus dos productores fetiche, Jimmy Jam y Terry Lewis, con los que había trabajado por última vez en 2006, tras una intensa colaboración que duró años y que siempre funcionó a la perfección.

Dos artesanos competentes, que también forman parte de la historia del mejor r&b de todos los tiempos y responsables, junto a la pequeña de los Jackson, de ‘Rhythm Nation’, quizá el mejor disco que ha grabado jamás esta mujer y el que definió para siempre su personalidad musical.

Entre los tres han perpetrado un trabajo que tiene todo lo que ‘tiene que tener’ para satisfacer todas las expectativas posibles y convertirse en un bombazo comercial a la altura de la artista y en el soporte perfecto para una espectacular gira de retorno en la que Janet se puso a trabajar en paralelo con la grabación del disco.

Ya desde el primer corte, titulado ‘Unbreakable’ como el disco, la artista enseña sus cartas. La canción pretende funcionar como un agradecimiento hacia el cariño de unos fans que han conseguido que ella se mantenga en pie en estos años difíciles y termina con Janet preguntándose entre susurros si aún habrá alguien ahí dispuesto a escuchar.

Están también las obligadas canciones de homenaje a su hermano. En este caso dos. Una balada tierna y un pelo lacrimógena titulada ‘After You Fall’, y ‘Broken Hearts Heal’, un trallazo pop de alto voltaje en el que recuerda su infancia y las horas que pasó cantando junto a Michael.

Y los singles, las canciones destinadas a abrirse paso en la radio a velocidad vertiginosa en la que, además, otro ingrediente indispensable, ha contado con la colaboración de dos artistas actuales, encantados de participar en un disco de su ídolo de la infancia y poner su granito de arena para que Janet regrese a los escenarios en olor de multitudes.

Hay un poderoso llena pistas ‘BURN IT UP’, en el que ‘rapea’Missy Elliot y un medio tiempo de dulce melodía y mensaje con contenido erótico, pero no explícito, ‘No Sleeep’, en el que interviene como ‘partenaire’J. Cole y que se lanzó en verano como anticipo de lo que vendría después.

No faltan tampoco en estos 71 minutos de música repartidos en 19 canciones, un par de temas con contenido social, ‘Black Eagle’ y ‘Shoulda Known Better’ y una canción pop perfecta, ‘2 B Loved’, que es mi favorita del disco, por el momento y que le otorga al álbum de una consistencia de la que hubiera carecido sin ella.

O sea que todo cuadra. Janet ha vuelto con un disco multiusos para todos los gustos y para todos los públicos. Un poco alejado de sus mejores momentos creativos, quizá, pero digno y convincente. Y sí amigos, creanme, incluso en el siglo XXI es posible hacer un buen disco de r&b sin desnudarse en la portada ni recurrir al sexo explícito en los textos.

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