‘A cambio de nada’, una película de Daniel Guzmán

La Butaca

‘A cambio de nada’, una película de Daniel Guzmán

A cambio de nada

El actor Daniel Guzmán se estrena en la dirección con esta película sobre un adolescente de barrio perdido y desencantado. El actor Daniel Guzmán, conocido sobre todo por sus papeles en series de televisión como ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘Policías’, debuta detrás de las cámaras con ‘A cambio de nada’, la gran triunfadora de la reciente edición del Festival de Málaga. La cinta se llevó cuatro biznagas, entre ellas las de Mejor Película y Mejor Dirección.

Guzmán había hecho ya sus pinitos al mando de varios cortometrajes, y tras hacerse con el Goya en 2003 por ‘Sueños’ comenzó a gestar el proyecto de su primera película, que ha tardado en hacerse realidad más de una década. En ella, el intérprete y realizador se inspira en su propia vida para contar con sinceridad la historia de un adolescente de barrio perdido y desencantado.

Darío (Miguel Herrán), un chico de dieciséis años del extrarradio de Madrid, huye de su casa ante el insoportable ambiente familiar: sus padres se están divorciando y cada una de las partes quiere que declare en el juicio en contra de la otra. Comienza entonces a trabajar en el taller de motos de Caralimpia (Felipe García Vélez), un veterano delincuente, y conoce a Antonia (Antonia Guzmán), una anciana que recoge muebles viejos por las calles de la capital con su motocarro. A su lado, siempre está su fiel amigo, Luismi (Antonio Bachiller).

Es esta relación, la de Darío y Luismi, la de un pícaro quijote y su escudero, la que más funciona. Su amistad se plasma con naturalidad gracias a la credibilidad de los diálogos y al trabajo de los dos jóvenes actores Miguel Herrán y Antonio Bachiller. Destaca, sobre todo, la interpretación de este último, que consiguió llevarse también el galardón a Mejor Actor de Reparto en el certamen de cine español celebrado en la ciudad andaluza.

En este sentido, cojea más la historia con Caralimpia, con un Felipe García Vélez un poco pasado de vueltas; o la de Antonia (interpretada por la abuela del propio Daniel Guzmán), que, pese a resultar entrañable, se queda corta. Estas partes del relato dan la sensación, además, de inacabadas, quedan olvidadas.

Pero se nota que Guzmán ha tratado el proyecto con mimo y se ha esforzado para que la película destile realismo y naturalidad y los personajes principales causen empatía, dentro de una temática en la que es fácil que todo acabe resultando impostado. Precisamente, la película pierde fuerza en alguna escena irreverente.

Para subrayar esa sinceridad del relato, además de unos diálogos razonables (el guión también lo ha escrito Guzmán), el director opta por pasar desapercibido. Tira de la cámara en mano y no busca enfoques o planos destacados. Si bien se echa de menos un poco más de riesgo en la realización, el estilo utilizado favorece el resultado final del film y su propósito: que el espectador se deje llevar por los personajes principales.

A cambio de nada’ no aporta grandes novedades a la lista de películas españolas sobre adolescentes problemáticos de extrarradio (como ‘Barrio’, o ‘7 vírgenes’) y a Daniel Guzmán aún le queda mucho por pulir, pero la autenticidad y cercanía de la cinta auguran una interesante trayectoria del actor y director tras la cámara.

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