El realizador neoyorquino Bennett Miller firma en ‘Foxcatcher’ su trabajo más completo. Tras ‘Truman Capote’ y ‘Moneyball: Rompiendo las reglas’, el realizador neoyorquino Bennett Miller firma en ‘Foxcatcher’ su trabajo más completo. Con ella, se alzó como mejor director en el Festival de Cannes y ha entrado de nuevo en la ‘batalla’ de los Oscar. Aunque no compite en la categoría de mejor película, sí que ha conseguido nominaciones en aspectos destacados como la dirección, el guión y las interpretaciones.
Precisamente, el elenco es uno de los atractivos del tercer largometraje de Miller, pues, pese a tratarse de un drama, está encabezado por una de las figuras referentes de la comedia actual, Steve Carell. Conocido, sobre todo, por su papel en la pequeña pantalla al frente de la versión estadounidense de ‘The Office’, el actor se lanza a un desafío que supera con buena nota.
Carell interpreta al excéntrico millonario John E. du Pont, heredero de la acaudalada familia propietaria del gigante de la industria química. Amante de las armas y el deporte, ofreció apoyo y promoción al equipo olímpico de lucha libre de EEUU, al que cedió instalaciones en sus propiedades para entrenarse. Con ese propósito, entabló una extraña relación con el medallista de oro Mark Schultz (Channing Tatum) y su hermano Dave (Mark Ruffalo).
Basada en un hecho real, ‘Foxcatcher’ relata una historia sobre la parte más gris del llamado sueño americano, llena de envidias, ansia de prestigio y soledad. Lo que pretende realmente Du Pont es ganarse el aplauso adueñándose del mérito del equipo deportivo. Ambiciona el reconocimiento, especialmente por parte de su madre.
Encuentra a su ‘víctima’ en Mark Schultz. Ambos son solitarios y desean ser valorados. Pero, mientras en el caso de John todo viene provocado por una infancia sin cariño y por la presión materna; las debilidades de Mark se deben a la opresión a la que se ven sometidos los deportistas de élite y a la sensación de que, pese a ser un campeón, para los demás siempre está por detrás de su hermano. El millonario se aprovecha de la situación del luchador para presumir de filantropía.
Dave es el contrapunto. Tiene esposa e hijos y cuenta con el apoyo, afecto y prestigio que los otros dos personajes desean. Con su talento y compañerismo, encarna el verdadero espíritu deportivo.
Los tres son los ejes sobre los que gira la película. Con unas interpretaciones contenidas, escapando del excesivo dramatismo y subrayado, Carell y Ruffalo han acumulado candidaturas en la temporada de premios. Tatum quizás supera a sus compañeros, pero su cambio físico y de registro no es tan llamativo, lo que le ha perjudicado a la hora de reconocerse su trabajo, como le pasa a su personaje.
El trabajo de Miller también brilla en esta cinta gris. Sabe crear a lo largo de toda la cinta un clima de tensión que alerta de que algo terrible va a pasar y mantiene la intriga durante todo el metraje. El ritmo pausado, los silencios y los planos preciosistas y explicativos otorgan una atmósfera y un estilo insólitos.
Si alguna pega puede ponérsele a ‘Foxcatcher’ es que no está hecha para todos los públicos. Ofrece más una lucha psicológica y un relato simbólico que acción. No es la gran película del año, pero, como avalan las nominaciones de los Oscar, el film ofrece buenas interpretaciones, originalidad, una perturbadora historia y una destacada puesta en escena.
