El sueño de Ellis, una película de James Gray

La butaca

El sueño de Ellis, una película de James Gray

El sueño de Ellis

Pese al tibio recibimiento en la edición del Festival de Cannes de 2013, se trata de una interesante propuesta sobre el fracaso del sueño americano. Tras la aplaudida ‘Two lovers’, James Gray no consiguió repetir tan buena acogida entre la crítica con su última película, ‘El sueño de Ellis’, presentada en la edición del Festival de Cannes de 2013. No es el mejor trabajo del director, pero, pese al tibio recibimiento en el certamen francés, se trata de una interesante propuesta sobre el fracaso del sueño americano.

Estrenada en España el pasado fin de semana, narra la historia de Ewa (Marion Cotillard), una inmigrante polaca que intenta buscar suerte junto a su hermana en el país de las oportunidades para huir del delicado panorama de la Europa de los años veinte. Magda, que padece tuberculosis, es recluida en el hospital de la frontera y, para sacarla de allí, Ewa acaba en manos de Bruno (Joaquin Phoenix), un pícaro sin escrúpulos que la introduce en la prostitución.

Proxeneta y a la vez ‘salvador’ de la protagonista, Bruno se acabará enamorando de ella. Lo mismo le ocurre a su primo, el vitalista y esperanzador Emil (Jeremy Renner), más conocido como el mago Orlando.

Un triángulo amoroso enmarcado en el drama de la inmigración cuya estructura recuerda a una ópera trágica. Pero es algo más, trata también sobre la necesidad, la capacidad de perdón o de la vergüenza y culpabilidad que en ocasiones genera lo que uno se ve obligado a hacer por la supervivencia.

La película arranca con unos primeros planos en la Isla de Ellis, la frontera para pasar a suelo estadounidense, que recuerdan a la llegada al país del pequeño Vito Corleone de la saga ‘El Padrino’. Sin embargo, pese a esta atractiva premisa que augura un desarrollo lleno de tensión, a la primera parte de la narración le falta fuerza.

Coge impulso cuando entra en escena el mago Orlando, y no porque sea un personaje más interesante que los demás, sino porque es el elemento externo que acelera la acción entre los dos protagonistas. A partir de ahí la cosa va subiendo, pero ya ha pasado demasiado metraje, lo que dificulta la conexión del espectador con Ewa.

La bella puesta en escena que recrea el Nueva York de la época de la Ley Seca y el clasicismo formal que el director otorga a la cinta, se cierra con unas escenas tan evocadora como las del inicio.

‘El sueño de Ellis’ es un melodrama al que le tarda en llegar la chispa, pero que acaba siendo magnético. Le falta en su inicio el salto de guión necesario para convertirla en una película inolvidable, dejando la sensación de que podría haber aspirado a más, aunque quizá su principal problema sean las comparaciones con ‘Two lovers’.

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