Los conflictos laborales ponen al Metropolitan de Nueva York al borde del cierre

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Los conflictos laborales ponen al Metropolitan de Nueva York al borde del cierre

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El Teatro Metropolitan de Nueva York, la gran referencia mundial de la Opera, podría echar el cierre la próxima temporada. ¿El Metropolitan cerrará en septiembre? Nadie termina de creérselo pero la amenaza flota en el aire. Una dura negociación laboral sin resolver podría provocar el cierre de un teatro de referencia mundial en el universo de la ópera que, hoy por hoy, no tiene asegurado que en septiembre de este año arranque la nueva temporada.

Si concluirán los conciertos previstos para lo que queda de curso, en lo que ha sido un periodo marcado por los inesperados acontecimientos, en el que las voces han vuelto a ocupar el centro de un espectáculo que, en los últimos tiempos, parecía más volcado en las particulares visiones de los directores de escena que en las partituras de las obras.

Pero, en tiempos de restricciones presupuestarias y dificultades financieras lo esencial vuelve a cobrar importancia. Y eso parece haber pasado en el Metropolitan este año. Y, como siempre ocurre, terminará por contagiarse al resto de los grandes coliseos operísticos mundiales.

Mientras tanto, la dirección y los sindicatos implicados en la crisis laboral que ha hecho sacudir los cimientos del teatro alejan posiciones. Y ninguna de las tres asociaciones profesionales implicadas (técnicos, músicos y cantantes) se muestra dispuesta a aceptar el recorte salarial del 16% que quiere aplicarles la empresa.

El manager general Peter Gelb, sin embargo, asegura que sin ese recorte el teatro no sobrevivirá. Argumenta que la ópera pierde adeptos y que con las taquillas actuales no resulta posible mantener, los salarios, las pensiones y la asistencia sanitaria de la plantilla. Por eso se necesita un recorte radical que asegure la sostenibilidad.

Sin embargo, los sindicatos creen que el ajuste debe negociarse para que no recaiga exclusivamente en la plantilla de trabajadores como pretende Gelb. Alguien a quien acusan, además, de haber provocado la ‘ruina’ del teatro, con una gestión ‘desastrosa’ y ‘megalómana’.

De momento, hasta julio, se mantiene la vigencia del anterior convenio colectivo, lo que, como decíamos antes, asegura el fin de la temporada. Pero la incertidumbre aumenta y ya nadie descarta, como mínimo, que las funciones previstas para septiembre no tengan lugar.

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