Las desavenencias entre Iker Casillas y José Mourinho han tenido una consecuencia muy negativa para el guardameta: a día de hoy es un jugador señalado por la directiva y parte de la afición como responsable de los males del Real Madrid.
Algunos rumores indican que Florentino Pérez intenta justificar las malas temporadas bajo su mandato en la casa blanca, y para ello el chivo expiatorio sería Iker Casillas, que habría generado un mal ambiente en el vestuario capaz de desestabilizar a todo el equipo.
El caso de Casillas no es el primero de la casa blanca. Existen otros precedentes, como el de Raúl González Blanco o Vicente del Bosque, que tuvieron que salir por la puerta de atrás y sin honores a los servicios prestados.
Tanto Raúl (recibirá su merecido homenaje en el próximo trofeo Santiago Bernabéu, aunque muchos piensen que se ha hecho tarde y mal) como Del Bosque, a pesar del gran rendimiento y defensa de los valores del Real Madrid de los que tanto se enorgullece el máximo responsable de la entidad, han sido más valorados fuera que desde la directiva del club. Iker Casillas podría estar temiendo sufrir la misma suerte, no tanto por llevar la contraria a ‘Mou’ sino por poner en aprietos al ‘Ser superior’.
Por todo ello, Iker podría tener en mente una posible salida del equipo blanco si la situación sigue por el mismo camino, y un equipo de gran relevancia, que con casi todas las probabilidades se queda sin su portero titular la temporada que viene, el F.C. Barcelona, está al acecho y podría no dejar pasar la oportunidad y tentar al capitán del Real Madrid.
Por todo ello Iker Casillas tiene un dilema importante, mirar por su futuro o bajar la cabeza y plegarse a los deseos y mandados de Florentino Pérez.
