El nuevo presidente de la SGAE, Antón Reixa, ha tenido en estos día su ‘bautismo de fuego’ internacional. Y, en Bruselas, ante sus colegas europeos ha ‘vendido’ su éxito de gestión. Sobre todo el recorte del gasto.
Reixa partició en la II Confertencia de Creadores organizada por la Alianza Europea de Compositores y Escritores de Canciones (ECSA, por sus siglas en inglés) y allí explicó con detalle el proceso de renovación que ha sufrido la sociedad de gestión española que, en su opinión, “ha sido un trámite complicado, pero lo importante es que los autores han tomado el control de la Sociedad”.
Entre los hitos de su, aún corto mandato, el actual presidente de la SGAE, quisó destacar ante sus colegas, la reducción de costes administrativos del 20%, de la que hablábamos antes, el plan de rescate del pendiente aprobado por la Junta Directiva, que, por ahora no ha supuesto pago alguno para los autores a los que se escamotearon sus derechos, y el nuevo programa de ayudas de la Fundación Autor.
El presidente de la SGAE, además se mostró preocupado por la fragmentación y creciente debilidad de las entidades de gestión y admitió que estas instituciones tienen que evolucionar para adaptarse a la situación económica y a las tendencias del mercado. Reixa, también defendió la necesaria existencia de estas Sociedades asegurando que “es nuestro papel concienciar a los políticos sobre la importancia de salvaguardar la gestión colectiva”.
En lo que respecta a los problemas concretos de los autores en España, Reixa calificó de retroceso la eliminación del sistema de compensación por copia privada y sus efectos en la situación legal de los creadores, que calificó como “absolutamente crítica”.
La decisión adoptada por el Gobierno en diciembre de 2011 de imputar esta remuneración a los Presupuestos Generales del Estado con la cantidad de 5 millones de euros “provocará –a su juicio- que el próximo año los creadores españoles vean decrecidos sus ingresos en más de un 90%”.
Incidió también en la idea de que esta nueva norma favorece a la industria TIC, “que no ha reducido los precios de los dispositivos”. “Las grandes compañías ganan y los autores, y nuestra sociedad, perdemos”, abundó.
“Desafortunadamente, los modelos de explotación digitales y online no compensan la bajada dramática y constante de beneficios de los sistemas de explotación tradicionales, pero estos nuevos canales son la única vía de expansión y asentamiento de la industria”. Aún así Reixa se dirigió a sus colegas con un tono optimista y esperanzador: “Nosotros, los autores, no podemos permitirnos caer en una postura deprimente y hueca. Debemos reaccionar y actuar con proactividad y optimismo”.
