¿En qué invertimos el tiempo de espera ante un semáforo?

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¿En qué invertimos el tiempo de espera ante un semáforo?

Semáforo

Solo un 20% de los encuestados afirma esperar pacientemente a que llegue la luz verde. Mientras que el 11% envía mensajes de texto y un 13% configura el GPS. El semáforo, o señales de control de tráfico como su nombre técnico indica, ha cumplido 100 años desde que se instalara el primero moderno en 1914 en Estados Unidos. Y con motivo de tal acontecimiento, la plataforma online de anuncios, AutoScout24, ha elaborado un estudio titulado “Un siglo ante el semáforo”. En sus páginas se analizan los comportamientos, quejas y deseos de los conductores ante este “dispositivo totalmente necesario para el buen discurrir del tráfico en nuestras ciudades pero que no goza de muchas simpatías”, ha descrito la consultora de automoción.

Pese a que el primer semáforo se estima fuera en torno a 1868 en Londres, tal y como se conoce el semáforo hoy en día, se puede afirmar que el primer semáforo eléctrico apareció en 1914 en Salt Lake City (Utah, Estados Unidos), según datos de AutoScout24.

A pesar de la utilidad de este dispositivo eléctrico, resulta un tanto frustrante y causa cierta insatisfacción a los usuarios. Nueve de cada diez conductores no están conformes con su funcionamiento. Los españoles al volante creen que la luz roja dura demasiado tiempo y, mientras aguardan al verde, malgastan su tiempo de muchas maneras, según la plataforma.

En una encuesta de población realizada a un millar de personas de entre 18 y 65 años, la mitad de la muestra reconoce que mientras aguardan, analiza a los coches de alrededor para ver en qué condiciones debe reemprender la marcha. Los datos concluyen también que uno de cada cinco (50%) se deleita observando a otros vehículos de la vía, mientras que un tercio (33%) aprovecha para relajarse, según el informe. Un 16% de los conductores optan por picotear tentempiés cuando el semáforo está en rojo y el 10% recurre al chicle. La conversación con los demás pasajeros no parece una opción muy escogida, ya que solo el 18% aprovecha para hablar con sus acompañantes.

Si examinamos la muestra por sexos, el 21% de las mujeres invierten la espera en mirarse en el espejo y maquillarse, frente al 10% de los hombres que se miran ocasionalmente.

Las infracciones también tienen lugar en la espera, ya que uno de cada de diez (11%) no duda en enviar mensajes de texto y en utilizar el navegador GPS (13%). Acciones que están prohibidas y penalizadas por la normativa actual de tráfico, pese a encontrarse en situación de parada temporal. Solo un 20% de los encuestados afirma esperar pacientemente a que llegue la luz verde.

Aunque, el semáforo ha tenido 100 años para adaptarse al público, éste no ha tenido mucha acogida, y los datos del estudio de “Un siglo ante el semáforo” demuestran que tan solo el 9% de los españoles está contento con el actual funcionamiento de los semáforos aunque coinciden en que es necesario para la convivencia en carretera. Por el contrario, el 22% cree que están pensados y programados para incomodarles más que para ayudarles.

Está claro que para la mitad de los conductores, el semáforo resulta un elemento molesto y admiten cometer pequeñas infracciones. Los más prudentes han confesado que solo en presencia de los niños, mantienen una actitud responsable al volante, solo con la intención de dar ejemplo y enseñarles normas de buen comportamiento, ha concluido la plataforma de automoción.

Sin embargo, no son solo los conductores (habituales o no) los que deben corregir las imprudencias que pudieran ocasionar, sino que los peatones también resultan un arma peligrosa. El 22% cruza la calle si no hay tráfico aunque esté en rojo, igual sucede con el 11% de las bicicletas (muchos de ellos no cumplen las normas de circulación).

Por su parte, AutoScout24 ha estimado un apartado para recoger las opiniones constructivas de los usuarios con la intención de mejorar el funcionamiento actual de los semáforos. Y en conclusión, tres de cada cuatro conductores coinciden en la principal petición que es la adaptación de los semáforos a las condiciones reales del tráfico. Otra propuesta es la incorporación de un contador que muestre los segundos que restan para la luz (algo que ya está sucediendo en algunos países).

Una petición muy interesante es la creación de semáforos “verdes”, es decir, que sean autosuficientes energéticamente y se alimenten de placas solares u otros sistemas que rebajen su consumo, ha informado la empresa.

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