Se acerca el clásico del fútbol español y vuelve la Champions, gran parte de las miradas se centrarán en la actuación de Iker Casillas. Si la expectación es máxima cada vez que Iker Casillas disputa un encuentro, por culpa de la división de opiniones alrededor de su titularidad, es de imaginar que hoy y el sábado, en los encuentros contra el Liverpool y el Barcelona respectivamente, el guardameta tendrá una dosis extra de presión.
Iker cuenta con el apoyo del cuerpo técnico, de sus compañeros y del sorpredentemente renovado de su Presidente, pero eso no ha evitado que en los últimos tiempos la afición se haya dividido entre destractores y defensores, después de que el tándem Mou-Flo, pusiera al jugador con un pie fuera del club, y que muchos por ello hayan dudado de la honorabilidad de Casillas.
Así el guardameta se encuentra ante la posibilidad de poder volver a convencer a los que le critican, en una semana con dos partidos muy importantes, con una gran actuación o quizás cavar su propia tumba con una mala en cualquiera de los dos enfrentamientos, y así dejar paso a su por ahora suplente Keylor Navas y volver a ver su futuro lejos de la Casa Blanca.
Con toda esta presión de más a la ya de por sí de un clásico y un encuentro de Champions League, Casillas tendrá que afrontar la semana, donde incluso si jugará un mal partido ante el Liverpool podría verse fuera del once titular en el clásico liguero, lo que supondría un gran varapalo para el cancerbero que pasa por momentos complicados.
