Compras del BCE: las ‘distorsiones’ que provoca la mano de Draghi en la deuda empresarial

Banco Central Europeo

Compras del BCE: las ‘distorsiones’ que provoca la mano de Draghi en la deuda empresarial

Los bonos soberanos italianos ofrecen de media más rentabilidad que sus homólogos corporativos.

Mario Draghi, presidente del BCE

Las recientes elecciones en Italia, que han arrojado unos resultados que anticipan un parlamento colgado, dejan en evidencia la fuerte influencia que tiene el programa de compras del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados de deuda, en un momento en que cada vez más voces piden ponerle fecha de caducidad.

Tal y como recoge la agencia Bloomberg, los bonos soberanos de Italia ofrecen de media un rendimiento más alto que los bonos corporativos del país, a pesar de que estos últimos son más difíciles de negociar, más vulnerables al riesgo de bancarrota, están sujetos a ganancias volátiles y, en definitiva, carecen del halo que otorga la marca ‘soberano’. Esta ‘rareza’ surgió ya en 2016, cuando las compras del BCE inflaron el valor de unos títulos ya reforzados per se por la escasez del mercado.

“La distorsión en el mercado corporativo está en su punto más alto ahora”, valora Jamie Stuttard, jefe de estrategia de crédito europeo de HSBC Holdings, en declaraciones a la agencia estadounidense.

No es algo nuevo que las rentabilidades de los bonos corporativos caigan por debajo de las de su propio gobierno: durante la crisis de la deuda europea, muchos inversores se sintieron más cómodos con el riesgo de crédito corporativo. Lo que sorprende es la magnitud de esta distorsión, teniendo en cuenta que la mitad de los bonos corporativos italianos rentan menos que sus homólogos soberanos. En países como España o Francia son casos puntuales, de acuerdo con cálculos de Bank of America Merrill Lynch.

Con 103.000 millones de euros en circulación, la deuda empresarial italiana de alta calificación elegible para la compra del BCE es inferior a la de países como España. Los títulos cuentan con la ventaja además de una calificación media de ‘BBB+’, un escalón por encima del rating de Italia. “Los fundamentos corporativos sugieren más mejoras, mientras que es poco probable que la calificación italiana suba más, particularmente en un período de estancamiento político”, valora Nick Gartside, director de inversiones de renta fija de JPMorgan Asset Management.

La votación italiana del domingo dio como resultado un parlamento colgado y un aumento en el apoyo a los partidos antisistema, pero los bonos del gobierno se han recuperado a los niveles anteriores a las elecciones.

Hoy vuelve a reunirse el Consejo de Gobierno del BCE para decidir el rumbo de la política monetaria en el Viejo Continente. Aunque cada vez hay más voces a favor de poner fecha de finalización al programa de compra de bonos, lo cierto es que los últimos acontecimientos, incluyendo las elecciones italianas o la guerra comercial con la que amenaza EEUU, dan razones para que Draghi mantenga un tono acomodaticio.

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