El presidente del Gobierno arrancará 2014 con el PP sumido en una nueva crisis interna que se acrecentará con las elecciones europeas de mayo, para las que aún no hay candidato. El 2013 aún no ha dicho ‘adiós’ y Mariano Rajoy ya vislumbra en el horizonte los problemas a los que tendrá que enfrentarse el nuevo año que está a punto de arrancar. Temas como la reforma de la ley del aborto, un nuevo sistema de financiación autonómica o la presunta contabilidad B del PP desvelada por Luis Bárcenas pondrán en jaque a un presidente del Gobierno que ve cómo la división ha vuelto a ser la nota dominante en las filas populares.
Y es que, medidas como la relativa al aborto han provocado una auténtica revuelta interna en el PP mucho antes, incluso, de pasar por el Congreso para su debate y posterior aprobación. En apenas unos días, dirigentes populares de diferentes partes de España y con diversos cargos han alzado la voz para oponerse públicamente a la reforma de Alberto Ruiz Gallardón.
“Un asunto”, como llamó Rajoy a la reforma del aborto en su comparecencia el viernes en Moncloa, que ha puesto de relieve no sólo la división que existe en el Partido Popular en este tema, sino, una vez más, la incapacidad del presidente del Gobierno para controlar a los suyos. Cristina Cifuentes o Francisco José León de la Riva ya han evidenciado su desacuerdo con esta norma, por lo que mucho tendrá que esforzarse el líder del PP en este principio de 2014 si quiere que en el tema del aborto las aguas vuelvan a su cauce y las cosas no pasen a mayores.
No obstante, este no es el único punto en el que el jefe del Ejecutivo tendrá que trabajar.
Tal y como se comprometió, en el primer semestre del nuevo año el Gobierno impulsará una reforma fiscal y modificará el actual sistema de financiación autonómica. Una tarea nada fácil teniendo en cuenta el enfrentamiento que Cristóbal Montoro mantiene con la Comunidad de Madrid y, en especial, con Ignacio González.
En plena resaca de la Navidad, el ministro de Hacienda cargó contra el sucesor de Esperanza Aguirre, al que acusó de querer convertirse en el candidato a las elecciones autonómicas a costa de atacar al Gobierno. Unas declaraciones ante las que el entorno de González ha contestado, y con dureza.
Rajoy tendrá que mediar en este rifirafe y lograr que el nuevo sistema de financiación contente a todos, incluida Cataluña, ya que el PP de Alicia Sánchez-Camacho se juega mucho en este tema.
Por si esto no fuera bastante, el ‘caso Bárcenas’ y la presunta contabilidad en B de Génova protagoniza la actualidad política día sí, día también. En la memoria de muchos aún perdura la imagen del registro de la sede de los populares que llevó a cabo un secretario judicial junto a varios agentes de la Policía Nacional durante 14 horas. Un registro, ordenado por el juez Pablo Ruz, que ha provocado que muchos dirigentes del PP hayan reconocido sentir “vergüenza”.
Este ha sido el caso del portavoz de los populares en el Parlamento vasco y presidente del partido en Guipúzcoa, Borja Sémper, que aseguró estar avergonzado. Un sentimiento que comparten muchos otros dirigentes del PP, que no logran entender por qué ha llegado Génova a ofrecer esta imagen. Entre los culpables, hay quién señala a la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que ha estado en un segundo plano y ha mantenido un escrupuloso silencio sobre este registro.
El aborto, la financiación autonómica y el mencionado ‘caso Bárcenas’ no son más que tres ejemplos de los frentes que tiene que cerrar Rajoy en los primeros meses de este 2014 antes de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán a finales de mayo. Estos comicios pondrán a prueba la ‘salud’ del Gobierno y la visión que de sus medidas tienen los ciudadanos.
El problema para Rajoy surge en las propias listas que presentará el PP a esta cita en las urnas, ya que aún se desconoce quién encabezará la ‘papeleta’: si un ministro de la talla de Miguel Arias Cañete o un viejo conocido como Jaime Mayor Oreja.
