«España siempre prospera a golpe de crisis»

Economía

«España siempre prospera a golpe de crisis»

Estábamos sentados Mariano Guindal y un humilde servidor en uno de los pasillos que recorren el edificio de la Bolsa de Madrid cuando se ha acercado, con prisas, otro veterano periodista del panorama económico nacional preguntándole al autor del libro Los días que vivimos peligrosamente que dónde había metido, en su tercera edición recién estrenada, todo el asunto de Bankia. «Está en el Post Scríptum», contesta pacientemente Guindal mientras abre el libro por la página 413 y señala con su dedo índice el principio del texto.

Porque Guindal ha presentado este martes 17 de julio, en compañía del presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, y del ministro de Economía, Luis de Guindos, su última obra literaria. Por segunda vez en dos meses, por cierto. Esta última ocasión sirve para explicar ese Post Scríptum que ha añadido tras salir a la venta la primera edición y, ya de paso, para tener un detalle con sus colegas de gremio al permitir a un montón de periodistas escuchar en vivo y en directo al ministro en unas jornadas tan tensas.

Visto el interés general que despierta el dichoso Post Scríptum yo también quise preguntarle por ese último apartado añadido, que lleva por subtítulo «Crónica secreta de la España intervenida». Mariano Guindal me explica que va sobre las reuniones secretas que se han mantenido desde el pasado mes de noviembre en torno a la posible fusión de Bankia y La Caixa, finalmente no llevada a cabo. Ése fue el punto de inflexión que unos meses después generó la petición de rescate bancario valorado en 100.000 millones de euros y una desconfianza que los propios inversores internacionales aseguran que ya no puede recuperar el país por sus propios medios.

Sin embargo, ése es el final del libro. El desenlace de una crisis que se lleva gestando y retroalimentando desde el año 2007. Mariano Guindal, que lleva varias décadas atento al desarrollo de la economía española y ha sido, además, el responsable de contárselo a los lectores de La Vanguardia durante buena parte de ese tiempo hasta que terminó, en la primavera del 2009, formando parte de la cola del paro, ahora ha decidido relatar qué ha pasado en estos últimos años. Desde esa misma cola del paro el veterano reportero comienza el relato de esta crisis. Un relato que dura 361 páginas -más el Post Scríptum arriba mencionado- y que acaba con una conclusión tan aparentemente simple como sin duda profunda: hay que ser realistas sin perder la esperanza.

Una de las circunstancias con las que tiene que convivir un periodista que haya sido capaz de embarcarse en el gremio y no naufragar -a pesar de su paso por el INEM, Mariano colabora actualmente con La Vanguardia, El Economista y es asesor de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea)- es su agenda. En la del autor de Los días que vivimos peligrosamente no faltan los números de Joaquín Almunia, el ya señalado Luis de Guindos, Cándido Méndez, Pedro Solbes y otra serie de personas clave en la realidad política y económica del país.

Así, utilizando una crónica periodística aliñada frecuentemente con declaraciones o confidencias realizadas por las personas arriba mencionadas, entre otras, Mariano Guindal traza con brocha fina el proceso que explica cómo ha llegado la última crisis a España y cómo se ha lidiado con ella desde el Gobierno que presidía José Luis Rodríguez Zapatero, primero, y Mariano Rajoy, a día de hoy. Siempre sin perder de vista la postura de la oposición en ese momento.

El ojo crítico de Guindal permite al lector no apreciar concesiones. Zapatero, mal asesorado por el ministro de Industria de aquel momento, Miguel Sebastián, no entendió la naturaleza de los problemas y por ello tomó las decisiones incorrectas contraviniendo, en muchas ocasiones, los consejos de Pedro Solbes. Rajoy, durante su última etapa como líder de la oposición, tampoco supo estar a la altura y centró sus esfuerzos no en el porvenir del país sino en el suyo propio como próximo presidente de España. Algo que posteriormente le ha generado algún que otro dolor de cabeza, tal y como explica el autor.

Mariano Guindal, una de las pocas personas que ha tenido acceso a la carta que el Banco Central Europeo (BCE) envió a Zapatero el 5 de agosto de 2011 con las medidas que debía adoptar si quería que la autoridad monetaria europea intercediese en los mercados a favor de España, considera que el país debe pagar lo que debe y que, efectivamente, el conjunto de la ciudadanía ha vivido por encima de sus posibilidades durante un largo período de tiempo. La crisis es, en cierto modo, esa factura inesperada que de repente hay que pagar. Pero también podría ser la solución -«nuestro país siempre ha prosperado a golpe de crisis», señala en varias ocasiones- y la manera de depurar las deficiencias de un Estado construido en una Transición dominada parcialmente por el miedo y las prisas.

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