Espinar culpa a Iglesias y a la dirección de Podemos del «batacazo»

Espinar culpa a Iglesias y a la dirección de Podemos del «batacazo»

"Esta noche el batacazo hay que apuntárselo a una dirección de partido que ha querido controlarlo todo a costa de convertir Podemos en un solar sin nadie que les moleste".

Ramón Espinar, Secretario General de Podemos en la Comunidad de Madrid y Portavoz en el Senado

El exdirigente de Podemos Ramón Espinar ha culpado a la dirección de Podemos, que lidera el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, del «batacazo» en las elecciones vascas y gallegas, por haber convertido el partido «en un solar sin nadie que les moleste», por hacer una campaña «teledirigida desde Madrid», y por basar la campaña en los pactos de gobierno, que «no ilusionan a nadie» y sólo transmiten que «no hay proyecto más allá del reparto de poder».

«Esta noche el batacazo hay que apuntárselo a una dirección de partido que ha querido controlarlo todo a costa de convertir Podemos en un solar sin nadie que les moleste», ha afirmado el exsenador y ex líder del partido en Madrid en una serie de mensajes que ha compartido en Twitter.

Según Espinar, «no se puede echar la culpa más a la militancia» ni a los candidatos en Galicia, Antón Gómez-Reino, y en País Vasco, Miren Gorrotxategi, de la «bofetada» de Podemos en esta cita con las urnas, pues reproduce, a su juicio, «una tendencia asentadísima», que es que «cuanto más poder interno acapara la actual dirección, más desastrosos son los resultados».

«El espacio del cambio, roto en varios pedazos, camina a la intrascendencia electoral después de haber contribuido a cambiar sociológicamente este país. La entrada en el Gobierno de España no puede ocultar eternamente la tendencia, los batacazos. Qué noche tan triste. Qué rabia», ha lamentado.

Por ello, Espinar avisa a la dirección de que «no se puede seguir eternamente echando la culpa de los fracasos a quien se marchó, rompió o echaron».

«El mensaje de campaña, teledirigida desde Madrid, sobre acuerdos de gobierno no ilusiona a nadie. Porque transmite que no hay proyecto más allá del reparto de poder. Y porque no se puede hablar de plurinacionalidad y dirigir una campaña en Galicia y Euskadi desde Madrid», ha zanjado.

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