Zaplana ocupó un «plano de jerarquía superior» en la trama de ITV y fue uno de los beneficiarios económicos

Zaplana ocupó un «plano de jerarquía superior» en la trama de ITV y fue uno de los beneficiarios económicos

El expresident tuvo una participación "velada" y "a través de terceros" en la malversación, cifrada en 11 millones en comisiones.

Eduardo Zaplana

El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP Eduardo Zaplana ocupó un «plano de jerarquía superior» en la trama de las ITV y del Plan Eólico, que obtuvo 11.209.028 euros en comisiones ilegales, y fue uno de los «beneficiarios económicos de los activos». Tuvo una participación «velada» en el fraude y «a través de terceros».

Así se desprende del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que obra en el Juzgado de Instrucción número 8 de València, órgano que investiga presuntos sobornos a cambio de adjudicaciones de las ITV y el Plan Eólico Valenciano y por el que el expresidente de la Generalitat está imputado por los delitos de blanqueo de capitales, malversación y prevaricación. Junto a él, también figuran como investigados, el exconseller y expresidente de Les Corts Juan Cotino; y sus sobrinos, los empresarios Vicente y José Cotino, entre otros.

En la causa, sobre la que acaba de levantarse el secreto parcial del sumario, se investigan una serie de comisiones aparentemente desembolsadas en atención a las adjudicaciones del servicio de ITV –realizadas en 1997 durante la gestión de Zaplana en la Generalitat– y del Plan Eólico de la Comunitat, puesto en marcha en 2003, «todas ellas adjudicadas y pagadas por parte de sociedades del grupo empresarial Sedesa», de la familia Cotino. El dinero se enviaba a una sociedad en el extranjero, se ocultaba en cuentas y posteriormente regresaba a España.

En concreto, este nuevo informe de la UCO, al que ha tenido acceso Europa Press, se centra en la sociedad Imision International, radicada en Luxemburgo, y constituida en 2001 como una sociedad pantalla sin aparente actividad mercantil. También describe el papel que desempeñó Zaplana en el entramado: «La investigación lo sitúa en un plano de jerarquía superior, tanto en la relación a las adjudicaciones cuando ostentaba el cargo de president, como en relación a la gestión del patrimonio ilícito aparentemente obtenido fruto de las mismas».

El informe expone que los indicios «evidencian» que Zaplana tenía conocimiento y participación en las operativas fraudulentas –según sus encuentros y reuniones con otros implicados que constan en su agenda– y, además, «habría sido uno de los beneficiarios económicos de los activos». Y lo hizo de manera «velada y a través de terceros».

Los investigadores vinculan a Zaplana «con determinadas personas en momentos concretos y trascendentales en la operativa general». Así, considerando un marco temporal que abarca más de 20 años –desde 1997–, el análisis sitúa al expresidente del Consell «en una gran cantidad de reuniones» que se producen con las personas que, de manera directa y coetánea, «estarían participando en la operativa»: Juan Cotino, Joaquín Miguel Barceló –considerado su presunto testaferro–, Francisco Grau –asesor– o Washington Fernando Belhot –fiduciario en Uruguay–.

Los indicios, así mismo, –continúa la UCO– sitúan a Zaplana como uno de los beneficios económicos de los activos. Expone que tres mercantiles –Medlevante, Gesdesarrollos Integrales y Costera del Glorio– fueron destinatarias de los fondos que Sedesa hizo llegar a Imision International, y Zaplana era titular –o uno de ellos– de los bienes titulados por estas empresas.

LA TRAMA CON IMISION

La sociedad Imision International, utilizada como «vehículo corporativo», habría desempeñado un papel esencial en la trama como «elemento nuclear» por dos motivos: habría sido instrumentalizada para materializar el pago de presuntas comisiones pactadas en atención a adjudicaciones públicas –abonos que provenían de Sedesa–; y sirvió para canalizar fondos de origen opacos –transferencias recibidas desde Andorra–.

A juicio de la Policía, también se pretendía con esta sociedad ocultar la identidad de los verdaderos «titulares» utilizando fórmulas de compraventa de participaciones de sociedades, así como la figura fiduciaria.

La persona que administraba la mercantil era Beatriz García Paesa, abogada de origen español y sobrina del espía Francisco Paesa. Se constituyó con un capital de 607.000 euros que fue abonado en metálico por parte de Juan Cotino a García, según ella declaró, y se liquidó en 2011. Se conformó «de forma velada» dentro de la estructura de Sedesa, «otorgándole participación indirecta en las sociedades que gestionaban los servicios relacionados con la ITV y Proyectos Eólicos Valencianos SA». Así, adquirió participaciones de Inversiones Imision.

La suma de fondos que se abonaron en productos bancarios radicados en Luxemburgo y titulados por Imision International asciende a 11.209.028 euros, «los cuales se abonan mediante transacciones ordenadas desde España y el Principado de Andorra durante los años 2005-2009».

Las ordenadas desde España las realizó el grupo Sedesa, ascendiendo a un importe de 6,4 millones; y las de Adnorra se hicieron por parte de dos sociedades panameñas: Puncak Services (1,5 millones) y Merceron Investments (3,3), ambas vinculadas a Joaquín Miguel Barceló.

En fechas próximas a la constitución de Imision International, se produjo una reunión entre Zaplana y alguna persona perteneciente a la familia Cotino, «posiblemente Juan Cotino». Concretamente se localizó la anotación manuscrita «22 h. Cotino» en una de las agendas personales de Zaplana.

ZAPLANA, «TITULAR REAL DE ACTIVOS»

La UCO incorpora en su informe un documento localizado en el registro efectuado en el domicilio particular de Zaplana, ‘relato de MEDLEVANTE’, que describe parte del proceso de retorno de los fondos de Imision –ampliaciones de capital en Medlevante– y las inversiones que se acometieron o se proyectaron. Según la Policía, el hecho de que este documento se hallara en el interior del maletín personal de Zaplana «da cuenta y permite entender el conjunto integral de evidencias que señalan a Zaplana como titular real de los activos de Imision y, por extensión, de Medlevante».

También a Zaplana se le relaciona con una serie de transacciones económicas e inversiones inmobiliarias en un documento que, «si bien no le nombra, las pesquisas efectuadas han permitido determinar la existencia de indicios de los que se evidencia que su identidad estaría velada a través del papel jugado por Joaquín Barceló y Fernando Belhot, este último como agente fiduciario».

Es Belhot en su manifestación judicial quien atribuyó la titularidad de parte de las inversiones –una serie de parcelas en Villajoyosa, dos apartamentos en el puerto de Altea o la inversión en el puerto deportivo– a Zaplana.

«Quien tenía un rol protagónico en la toma de decisiones era el señor Zaplana. Con el tiempo le consulté si él tenía algo que ver con esos activos y él me reconoce que sí, que tenía, que mayoritariamente o en forma contundente le pertenecían. Por su exactividad política, su función pública, Zaplana me manifiesta que no quería comparecer o aparecer como titular de esos activos financieros y de los inmuebles porque él había sido una persona que había tenido en el paso una actividad pública muy importante como presidente de la Comunidad entre el año 95 y el 2000».

Belhot también manifestó sobre entregas de dinero: «A Zaplana en estos 7-8 años se entregaron 770.000 euros de una cuenta, 615.000 euros de la otra y 1.040.000 dólares de una cuenta. En total, sería alrededor de 2,3 millones de euros que se le entregaron a lo largo de estos siete años».

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