“Cuando alguien no puede contratar por pagar 50 euros de más mejor que no contrate”

María José Landaburu, secretaria general de UATAE

“Cuando alguien no puede contratar por pagar 50 euros de más mejor que no contrate”

La secretaria general de UATAE no entiende las críticas a la subida del SMI y defiende la urgencia de que el Gobierno apruebe la cotización por ingresos reales.

María José Landaburu, secretaria general de UATAE

La secretaria general de UATAE, María José Landaburu, no entiende las críticas a la subida del salario mínimo (SMI) hasta los 950 euros. Y menos aún, que esto perjudique al empleo. “Cuando alguien no puede contratar por tener que pagar 50 euros de más mejor que no contrate”, afirma en una entrevista a EL BOLETIN.

En su opinión, “si a alguien no le salen las cuentas en su modelo empresarial por pagar dignamente a un trabajador que no lo haga, porque a lo mejor no está planteando bien su actividad”. Para la representante de esta organización de autónomos “en ningún caso los balances de las empresas pueden ir bien a costa de explotar a otros”. Además del SMI, y de mostrar su firme respaldo a las protestas del sector del campo, Landaburu pone ‘deberes’ al Gobierno de coalición. Según sostiene, entre las medidas más urgentes que debería aprobar están la cotización por ingresos reales o dar solución al problema de los falsos autónomos.

-¿Cómo valora su primera reunión con la ministra Yolanda Díaz?

Muy favorablemente, vimos un equipo de trabajo con muchas ganas de trabajar, con mucho conocimiento del asunto que les toca abordar en nuestro ámbito, al menos, y muy decididos a abordar reformas que consideramos necesarias. La primera reunión fue muy intensa, entramos en profundidad en muchos asuntos y encontramos muchas coincidencias tanto en el diagnóstico de lo que pasa como en las propuestas para irlo resolviendo.

-Tras el encuentro Díaz prometió “contundencia” contra los falsos autónomos. ¿Les explicó cómo? ¿Qué proponen al respecto?

El gran problema de los falsos autónomos y el hecho de que estén proliferando de esta manera es que el régimen de autónomos es un chollo. En la medida en que a las grandes empresas les viene mucho mejor contratar a una persona como autónomo que como asalariado van a tirar siempre por ahí. Se trata de dotar de derechos a los autónomos y hacer menos atractivo ir a una situación de fraude para estos empresarios. Este es el eje de la cuestión. No solamente que actúe la Inspección de Trabajo con contundencia, que también, hay que ir a la raíz del problema: tenemos un régimen de mínimos. Un régimen donde en comunidades como Madrid puedes estar años y años cotizando 20 euros y esto es un gran chollo para las empresas. Cotizando 20 euros, pero sin derechos.

No hay que pensar en la cotización como una inversión de futuro, que sí, sino de presente

-Una de sus principales reivindicaciones es que los autónomos también tengan un subsidio de desempleo para mayores de 52 años. ¿Ve al Gobierno encaminado a ello?

Sí. Lo planteamos directamente. Son de estas pequeñas cosas que suponen una discriminación absurda y que afecta mucho a muchas personas que lo necesitan. Este es un tema que no tiene ninguna razón de ser, porque se modificó en 2019 para hacerlo posible como una medida beneficiosa para las personas que están en esa situación de vulnerabilidad. Sin embargo, se exige un requisito que es haber cotizado seis años en el régimen general. Es decir, una persona puede haber cotizado 40 años en el régimen de autónomos y si no ha cotizado seis en el general no tiene derecho. ¿Cuál es la razón para esto? Ellos se sorprendieron porque era un tema que no conocían y dijeron que había que ponerle fin. Vamos a estar atentos para que así sea.

-Otra discriminación está en las pensiones. Existe una doble brecha, por un lado, las diferencias con el resto de trabajadores; por otro, la de género. ¿Se necesitan cambios en las cotizaciones?

Por supuesto, el problema de las pensiones es la raíz de todos los males, que es que tenemos un sistema de mínimos porque se ha permitido a las personas decidir sobre qué base cotizar. Esto lleva a que, o porque no se llega o porque se piensa en la cotización como un gasto y no como una inversión necesaria, pero lo cierto es que el 90% del colectivo está en base de mínimos y esto supone pensiones mínimas. Acabamos siendo jubilados pobres y, fundamentalmente, jubiladas pobres. La única manera de resolverlo es crear un sistema donde se vinculen las prestaciones a las cotizaciones para hacer posible que podamos pagar menos, pero todos estemos más protegidos.

-¿Hace falta un poco de pedagogía en este sentido? ¿Hacer ver que los esfuerzos ahora tienen su recompensa después?

Ni siquiera después, pueden tener su resultado mañana si coges una gripe y en vez de cobrar durante un mes o una semana unas cantidades con las que no se puede vivir, pues percibes una cantidad mínima equiparable a los trabajadores por cuenta ajena. No hay que pensar en la cotización como una inversión de futuro, que sí, sino de presente. Todos los días nos suceden cosas que tienen que ver con elementos desgraciados, pero también felices, como la paternidad o maternidad. Y está el cese de actividad. Hay que tener en cuenta que todo apunta que vamos a afrontar una nueva crisis, eso significa que muchas actividades van tener que cerrar y tendríamos que estar mínimamente protegidos para ese escenario.

Me hablabas de la pedagogía, es necesaria. Todo esto hay que contarlo. No hay que hablar a la gente de lo que va a pagar, sino de lo que va a recibir. En el mundo asalariado todo el mundo sabe lo que es la cotización y la parte que le quitan a dónde va, sin embargo, aquí se ha establecido el debate de que eso es pagar y no es pagar, es recibir y es bienestar para todos. La pedagogía no ha funcionado. Y no ha funcionado porque el sistema ha estado enfocado desde la perspectiva romántica de que los autónomos lideramos cosas maravillosas y ganamos mucho dinero, que es lo que piensa la gente, los sistemas de protección han sido de mínimos también. El cese de actividad no se da, lo ha recibido menos del 1% del colectivo. Tampoco teníamos derecho a la baja por enfermedad. Al margen de la pedagogía hay que tomar medidas legales imprescindibles ya.

-Es uno de los sectores con más precariedad en los últimos años…

Ha ayudado mucho a que la sociedad visibilice nuestra situación desgraciadamente los trabajadores y trabajadoras de Glovo, de Deliveroo, de las ONGs que vemos por la calle, de los peluqueros, de los cámaras, de los maquilladores… Esto ha ayudado a visibilizar que todo este relato que nos han vendido de los superhéroes, del emprendimiento, no es así, sino que somos trabajadores que como los demás tenemos que esforzarnos enormemente para salir adelante y que no debemos estar rodeados de un halo de maravilla, pero tampoco tener menos derechos que el resto. Tenemos que saber que el mundo del trabajo ha evolucionado en esta dirección por muchas razones, no todas malas, sino por los simples modelos de producción y de consumo, pero hay que ordenarlo.

-Algunas de las cuestiones que plantean afectan a la Seguridad Social. ¿Se van a reunir también con el ministro Escrivá?

Sí, ya lo hemos hecho. Esperamos tener respuesta en breve, pero también hemos manifestado al equipo de Gobierno que esto no se puede hacer aisladamente. No se trata de que en el Ministerio de Trabajo se intente ordenar el trabajo, ir hacia una fórmula quizás de un Estatuto del Trabajo en el que podamos estar todos incluidos, eso no se puede hacer aisladamente de la Seguridad Social, porque los derechos, el bienestar y la protección son elementos claves para esa ordenación. Lo que les hemos pedido es una estricta coordinación en el abordaje de este proceso nuevo. Nos reuniremos con Escrivá, pero también tendremos reuniones con Economía y con la Vicepresidencia Social, pero en el fondo lo que tiene que haber es una decisión de Gobierno, del Consejo de Ministros, que todo el mundo lo tenga claro y que luego todo el mundo lo pongamos en marcha.

-¿La subida del SMI perjudica al empleo, como algunos afirman?

Nos hemos pasado un año debatiendo sobre esto y la respuesta ha sido al EPA. No solamente no se ha destruido empleo, sino que se ha generado. Con lo cual es un debate bastante falso. Hay que decir las cosas con claridad. En primer lugar, tenemos los datos que han dicho que no. Segundo, afectaba a un porcentaje muy pequeño afortunadamente del mundo del trabajo. Tercero, los autónomos contratamos a nuestra gente en virtud de los convenios, que superan todos el salario mínimo. Quiero pensar que las grandes empresas también lo hacen y si no, ellos sabrán por qué y cómo, y que dejen de hacerlo. Yo no conozco a nadie. El peluquero de ahí enfrente (de la sede de UATAE), Roberto, contrata conforme al convenio.

El gran problema de los falsos autónomos y el hecho de que estén proliferando de esta manera es que el régimen de autónomos es un chollo.

Una vez más es el debate y la dialéctica de los que más tienen y quieren arañar por donde sea. Todo esto lo han liado por 50 euros más en un salario de 950. De verdad que si a alguien le parece que es un drama que lo diga abiertamente. Cuando alguien no puede contratar por tener que pagar 50 euros de más, mejor que no contrate. Si a alguien no le salen las cuentas en su modelo empresarial por pagar dignamente a un trabajador que no lo haga, porque a lo mejor es que no está planteado bien la actividad. En ningún caso los balances de las empresas pueden ir bien a costa de explotar a otros. Quienes hacen este tipo de cosas son quienes más ganan, quienes más tienen y los trabajadores son un numerito en sus balances, por cierto, millonarios.

-¿Habría que haber dado un paso mayor y subir a 1.000 euros?

Creo que es muy difícil discutir que lo mínimo no sean 1.000 euros, ya que está bastante por debajo del salario medio que nos dice la Carta Social Europea. Lo más positivo de lo que pasó es el acuerdo, que se hizo con la patronal y sindicatos, y eso es paz social. Me imagino que CCOO y UGT plantearían subir a 1.100 y la patronal no quería ni muerto subir ni un euro. Lo positivo es que marca una senda donde prioriza a los que menos tienen.

-En este sentido, se ha movilizado el sector del campo estos días, que critica la subida del SMI, así como los bajos precios.

En la reunión con el Ministerio de esta semana me acompañaron tres personas, dos de ellas eran Miguel Blanco, coordinador general de la COAG; y el secretario general de Fenadismer, Juan José Gil. El primero expresó delante de Díaz, también fuera ante los periodistas, que tuvieron la ocasión de plantear su problema global, que es de producción por debajo de coste. El problema es que entre el precio de producción y el de consumo hay una diferencia del 700%. Esto se produce por la liberalización de los mercados, que permiten que las grandes cadenas les impongan precios y tiren los precios luego ellas. Nos contaban que hay cadenas que venden la leche por debajo del coste de producción. Eso es matar la ganadería. A ellos les da igual, pagan al agricultor nada y luego lo ganan por otro lado.

Luego están las fronteras, el principio de prioridad de los productos europeos tiene que funcionar también en la agricultura. Las mismas grandes empresas van a Marruecos, ‘matan’ al pequeño agricultor y pagan sueldos siete veces menores que en España. Es la ‘uberización’ del campo. Esto es lo que están visibilizando. Es cierto que aprovecharon, muy bien hecho, un momento de subida del SMI para decir que el campo tiene un problema, el campo no es que no quiera pagar esto, es que no puede pagar ni esto ni nada. Han puesto en el centro del debate un problema sectorial muy grave que nos afecta a todos.

-Se han escuchado algunas voces que reclaman un SMI por comunidades. ¿A favor o en contra?

Es una idea que puede servir para poner de relevancia dificultades territoriales que existen, pero pensar que los trabajadores más pobres tienen que sufrir las consecuencias de que una comunidad, como Extremadura, tenga dificultades y desigualdades, no puede ser. Me parece que más allá de intentar poner sobre el tablero un problema de reparto de riqueza territorial no tiene mucho más sentido.

-¿Qué balance hace de estas primeras semanas del Gobierno de coalición?

De manera global parece que han abordado los primeros compromisos que tenían con coherencia y rapidez. Eso es positivo, aunque vamos a ver luego el recorrido. Respecto a lo nuestro, lo único que hemos tenido es una reunión en la que hemos tenido mucha sintonía. Lo que hay que hacer es arremangarse y poner medidas en marcha. Nosotros vamos a tener la mano tendida, creemos que la mejor fórmula es el diálogo de todas las asociaciones y actores y hacer las reformas de manera dialogada. Vamos a ver si es posible.

-¿Qué medida debería afrontar ya el Gobierno?

La primera es la cotización por ingresos reales. Lo de los falsos autónomos, hay una que puede hacer de manera muy inmediata, que es activar la Inspección de Trabajo, pero la otra es de calado y tiene que ver con la cotización por ingresos reales. La transformación del modelo tiene que ser un poco más lenta. También se lo dijimos, dijimos que sería bueno que el diálogo social y el parlamentario participen activamente en esto, porque si las reformas que tienen que proyectarse para el futuro se hacen de una sola parte tienden a ser luego modificadas con inmediatez. A nosotros nos gustaría un consenso político y compromiso social en esta dirección.

Modificar el sistema de representación

Uno de los compromisos que la ministra de Trabajo ratificó a UATAE en la reunión que mantuvieron es el de modificar el sistema de representación de los autónomos, ya que para Landaburu “es una anomalía democrática que no podamos elegir a nuestros representantes”. Esto hace, por ejemplo, que “todos nos atribuyamos la representabilidad que nos parezca”. Una situación que pide a gritos un cambio para evitar un problema de legimitidad.

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